El ministro aseguró que se inicia un proceso sostenido para reconstruir la institucionalidad policial y restituir la confianza ciudadana en una de las entidades fundamentales para la seguridad del país.
eju.tv / Video: La Hora Pico
Santa Cruz.- El ministro de Gobierno, Marco Antonio Oviedo Huerta, afirmó que el nuevo Alto Mando Policial fue designado bajo criterios estrictos de meritocracia, trayectoria institucional limpia y rigurosidad profesional. Aseguró que la posesión del comandante general y de los subcomandantes marca el inicio de un proceso para “recuperar la institucionalidad” de la Policía Boliviana tras años de deterioro.
Oviedo explicó que la selección fue minuciosa y que se priorizó a oficiales con carreras intachables. “Hemos sido muy cuidadosos en elegir al nuevo Estado Mayor de la Policía. Son tres generales con un currículo muy bueno. Se ha tomado en cuenta lo que dijimos nosotros: la meritocracia y la trayectoria limpia en la casa policial”, sostuvo en entrevista con La Hora Pico de eju.tv que conducen María Belén Mendivil y Jorge Robles.
Aseguró que la posesión marca el comienzo de un trabajo intenso para revertir la situación en la que, según dijo, se recibió el Ministerio de Gobierno. “Hay que empezar a trabajar muy duro para superar las condiciones en las que hemos recibido esta cartera”, añadió.
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Oviedo destacó especialmente el perfil del nuevo comandante general, cuya designación —afirmó— fue resultado de un análisis riguroso y detallado. “El comandante que ha sido posicionado hoy día fue seleccionado con mucha rigurosidad y cuidado. Es un oficial probo, honesto y de una carrera muy limpia”, expresó.
Reveló que, a lo largo de su vida profesional, el nuevo comandante fue “subalternizado y excluido” en repetidas ocasiones, pese a su mérito y prestigio. “Incluso fue apartado de destinos en los que debía estar por su carrera. Hoy su firme voluntad y su integridad lo colocan donde siempre debió estar”, sostuvo.
Recuperar institucionalidad tras un “Estado corrompido”
Consultado sobre las acciones concretas para devolver la institucionalidad a la Policía Boliviana, Oviedo fue enfático en señalar que el deterioro no se limita a esta institución, sino que forma parte de un daño estructural heredado de la anterior administración estatal.
“La Policía era y es una de las instituciones con menor índice de aprobación y con mayor rechazo ciudadano. Lo que ha sucedido es que nos han dejado un Estado corrompido y quebrado. Hemos recibido miles de millones de dólares malversados en estos 20 años pasados”, afirmó, calificando la gestión anterior como responsable directa de la desinstitucionalización del país.
El ministro recordó que, al inicio de esa etapa política, Bolivia contaba con grandes reservas de gas y contratos de exportación con Argentina y Brasil, recursos que —según sostuvo— fueron “absolutamente dilapidados”.