La diputada del PDC, Diana Romero, explicó que su ausencia en la primera sesión de Diputados se debió a un viaje médico a Brasil, donde fue diagnosticada con un tumor benigno. La legisladora aseguró que seguirá tratamiento en Bolivia y que su salud “es ahora la prioridad».
eju.tv / Video: Gigavision Oficial
La Paz.-La diputada del Partido Demócrata Cristiano (PDC) y esposa del vicepresidente electo Edmand Lara, Diana Romero, aclaró que su ausencia en la primera sesión de la Cámara de Diputados se debió a un viaje médico a Brasil, donde recibió diagnóstico y tratamiento por un tumor benigno en la cabeza.
“La verdad es que sí estoy delicada de salud. Justamente hoy estoy viniendo a hacer mi juramento, ya que no pude estar presente el día 4 porque me encontraba en Brasil. En Santa Cruz me detectaron un tumor en mi cabeza y quería consultar con otros médicos antes de tomar decisiones apresuradas sobre mi tratamiento”, explicó Romero.
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La legisladora relató que un amigo la puso en contacto con un neurocirujano en Brasil, donde tenía una cita programada con anticipación.
“Mi cita estaba hecha con casi dos semanas de anticipación, fue el martes 4, y ese fue el motivo de mi viaje. No pude estar en la sesión porque mi salud requería atención inmediata”, afirmó.
Romero señaló que el diagnóstico fue alentador y que el tumor no representa un riesgo grave, aunque requiere seguimiento constante.
“Me dieron un diagnóstico muy favorable. Gracias a Dios, mi tumor no es maligno. Es benigno y no necesita cirugía, solo un tratamiento fuerte que durará entre dos y cinco años. No es nada grave, pero debo cuidarme y seguir las indicaciones médicas”, dijo.
La diputada comentó que los síntomas previos, como mareos y desmayos, la obligaron a detener su ritmo político.
“Con el ajetreo y toda la atención política he ido decayendo. Por eso fue que me ausenté. La salud es primero”, expresó.
Ante las críticas por su inasistencia, Romero respondió con serenidad, subrayando que cada persona es libre de opinar, pero que su prioridad es recuperarse para servir mejor.
“Cada quien es libre de opinar. Yo lo dejo en manos de Dios porque solo yo sé lo que estoy sintiendo y viviendo. La salud es primero y, con fe, voy a salir adelante”, señaló.
La diputada confirmó que su tratamiento se realizará en Bolivia, con medicación oral y controles mensuales.
“Cada mes debo hacerme una resonancia y un laboratorio para ver cómo va el tratamiento. Si debo volver a viajar, lo haré con el debido aviso”, precisó.
Romero aseguró que continuará con su labor legislativa y que su compromiso con el país sigue firme pese al diagnóstico.