Rivas sostuvo que, pese al apoyo recibido y la presencia del propio presidente del Estado en la zona afectada, la etapa de recuperación será larga y que el municipio aún enfrenta carencias importantes de maquinaria y recursos.
eju.tv /Video: La Hora Pico
Santa Cruz.- El secretario administrativo municipal de Samaipata, Walberto Rivas, informó en La Hora Pico de eju.tv que 33 comunidades quedaron totalmente aisladas tras el desastre provocado por las intensas lluvias, que ocasionaron daños severos en caminos, sistemas de agua, viviendas y en el gasoducto que atraviesa la zona.
Rivas explicó que, pese a las críticas por la demora en el inicio de los trabajos, el municipio se vio completamente rebasado por la emergencia. “Simplemente nos sobrepasó. Toda capacidad de maquinaria y de respuesta ha sido superada por la magnitud del desastre”, afirmó Rivas, al señalar que Samaipata es un municipio pequeño, con apenas 11.800 habitantes y recursos limitados, lo que hizo imposible enfrentar solo un evento de esta magnitud.
El secretario detalló que los deslizamientos y la crecida de los ríos dañaron no solo vías de acceso, sino también sistemas de agua potable, dejando a varias comunidades sin abastecimiento. En la zona de Cuevas, la palizada arrastrada por el río provocó fugas en el gasoducto, lo que obligó a mantener trabajos de control durante varios días junto a personal especializado.
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En Achira y localidades vecinas, además de las pérdidas humanas, se reportaron más de 20 viviendas totalmente arrasadas y otras 56 afectadas por distintos grados de daño. En muchos casos, el lodo ingresó a las casas alcanzando alturas de hasta 1,7 metros, destruyendo pertenencias, muebles y electrodomésticos. “Aunque las viviendas no colapsaron, las familias lo perdieron todo bajo el lodo”, señaló Rivas.
Tras la declaratoria de desastre, el municipio solicitó apoyo urgente a la Gobernación, al Gobierno nacional y a municipios vecinos. Rivas destacó el respaldo recibido de la Gobernación y la ABC, que movilizaron maquinaria para la atención de la ruta nacional, así como la colaboración de empresas privadas y propietarios locales que cedieron equipos pesados.
Además, más de 170 efectivos del Ejército y la Fuerza Aérea trabajan en las zonas afectadas realizando la extracción de lodo de las viviendas, en coordinación con maquinaria pesada que realiza la evacuación hacia volquetas.
Una de las primeras decisiones fue priorizar la apertura de caminos hacia las comunidades aisladas y hacia las zonas productivas, con el fin de permitir la cosecha de duraznos, clave para la economía local. “El objetivo es reactivar el tránsito y evitar mayores pérdidas económicas para las familias productoras”, sostuvo Rivas.
Por otro lado, señaló que el panorama para las familias afectadas es crítico. Decenas de personas quedaron sin hogar y otras lo perdieron todo por el lodo acumulado en el interior de sus viviendas. “Tenemos familias que se han quedado sin nada. Todo lo que tenían quedó destruido o enterrado bajo el lodo”, lamentó Rivas.