El vocal también se refirió a casos similares como los de UCS y ADN y explicó que «lo que hay que aclarar a todos los partidos políticos es que nosotros iniciamos el trámite de cancelación de personería jurídica. Fuimos nosotros los que aplicamos la ley», y de esta manera defendió el accionar del TSE frente a las críticas de supuesta permisividad con algunos partidos tradicionales.
El vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Gustavo Ávila, informó hoy (25) que el organismo electoral analiza un proceso judicial de más de 20 años en contra del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que determinará su posible habilitación política, con lo que descartó que exista algún tipo de favoritismo en la evaluación de este histórico caso.
«Primero hay que informarle que el Tribunal Supremo Electoral lo que va a hacer en todo momento es cumplir la Constitución y la ley. No nos vamos a referir a ningún actor político, no corresponde con autoridades del Órgano Electoral», afirmó Ávila ante los medios y así estableció el marco de neutralidad con el que el TSE aborda el caso.
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El vocal detalló la extensa trayectoria legal del caso y señaló que el proceso judicial del MIR lleva más de 20 años porque inició el 2005, debido a una sentencia que emitió una autoridad jurisdiccional, por lo que está no es una decisión improvisada del TSE.
Sobre la posibilidad de que el MIR participe en las próximas elecciones subnacionales, Ávila fue cauteloso al indicar que «ese es un análisis que se va a hacer. Nosotros estamos analizando. Cuando hemos tomado esta determinación hemos puesto requisitos previos. Uno de ellos era verificar si se había realizado el pago de esa sanción de aquel momento o no», con lo que reveló que el pago de la multa impuesta en 2005 es uno de los requisitos clave pendientes.
El vocal también se refirió a casos similares como los de UCS y ADN y explicó que «lo que hay que aclarar a todos los partidos políticos es que nosotros iniciamos el trámite de cancelación de personería jurídica. Fuimos nosotros los que aplicamos la ley», y de esta manera defendió el accionar del TSE frente a las críticas de supuesta permisividad con algunos partidos tradicionales.
