El Viceministro sostuvo que la investigación continuará para determinar responsabilidades y que el Estado se encamina hacia un modelo de gestión más transparente, equitativo y alineado a las verdaderas necesidades de la población.
Santa Cruz.- El viceministro de Coordinación de la Gestión Pública, Julio Linares, anunció una profunda reestructuración de la Unidad de Proyectos Especiales (UPRE) y del programa “Bolivia Cambia Evo Cumple”, luego de identificar graves irregularidades en su funcionamiento y en la ejecución de miles de obras en todo el territorio nacional.
En su primer día de gestión, Linares informó que la UPRE, que hasta ayer dependía del Ministerio de la Presidencia, asumía tareas que no le correspondían, convirtiéndose en una instancia ejecutora de proyectos cuando su verdadera función debía ser política y de seguimiento administrativo.
Señaló que esta distorsión fomentó una figura de “caudillismo”, al convertir al presidente del Estado en un “gran alcalde” encargado de entregar canchas, unidades educativas y otras obras menores como parte de una estrategia política.
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El viceministro explicó en La Hora Pico de eju.tv que la revisión preliminar reveló la existencia de obras con defectos estructurales que ya no pueden utilizarse, proyectos paralizados y abandonados, y construcciones que no lograron transferirse a los municipios por problemas legales relacionados con la falta de saneamiento de propiedad.
Además, confirmó que más de 300 obras continúan en ejecución, mientras que se arrastra una deuda cercana a los 400 millones de bolivianos con empresas constructoras que no han recibido pagos desde junio. Linares calificó este panorama como parte del “estado cloaca” heredado, en alusión a la situación crítica mencionada por el presidente.
Para corregir este funcionamiento, Linares informó que la UPRE ha sido trasladada oficialmente al Ministerio de Obras Públicas, mediante un decreto promulgado recientemente. Esta cartera será ahora la responsable de asumir la continuidad de los proyectos, definir cuáles serán ejecutados, cuáles deberán suspenderse por haber respondido a intereses políticos y cuáles podrán concluirse según criterios técnicos y de necesidad ciudadana.
Paralelamente, el Ministerio de Economía trabajará en la programación de pagos pendientes y en la reorganización financiera necesaria para enfrentar la deuda acumulada. El viceministro adelantó que se realizará una auditoría técnica, legal y financiera que permitirá establecer responsabilidades y aplicar las medidas correspondientes.
Linares confirmó que la UPRE será relanzada con un nuevo enfoque, orientado exclusivamente a atender a los municipios que no cuenten con recursos para ejecutar obras por sí mismos. Aseguró que se dejarán atrás los criterios políticos que, según los primeros hallazgos, guiaron la asignación de proyectos en gestiones pasadas. Explicó que municipios como Viñatuniya, Potosí, Oruro y El Alto recibieron notablemente más obras que Santa Cruz o La Paz, a pesar de tener menor población, lo que evidencia un patrón de asignación basado en afinidades políticas y no en necesidades reales. Como ejemplo del desequilibrio, mencionó proyectos como estadios para 50.000 personas construidos en municipios que apenas alcanzan los 30.000 habitantes.
En declaraciones textuales, Linares sostuvo: “Ahora se va a iniciar esta primera etapa que es investigar y ver la situación en la cual se ha encontrado… La UPRE se ha encomendado a un ministerio que no debería ejecutar obras, y esto ha fomentado la figura del caudillismo. Hemos encontrado obras con defectos, paralizadas, abandonadas y sin posibilidad de ser transferidas a los municipios. Estamos heredando un estado cloaca, como dice el presidente.”
También remarcó el nuevo enfoque de la unidad. “Ya no vamos a hacer la figura del alcalde mayor. Esta vez serán obras que llegarán donde los municipios no puedan hacerlas, y no donde exista apoyo político.”