El analista fue contundente al señalar la relación causa-efecto entre la política de subsidios del anterior Gobierno y la crisis inflacionaria actual. «Lo que el Gobierno (del MAS) nos ha dado en subvención, la economía nos lo está cobrando en inflación», afirmó, y ejemplificó: «Por querer tener gasolina barata, no solo que apenas la conseguimos, sino que ahora el arroz, el pescado, el huevo, todo es más caro». Su análisis apunta a que el beneficio aparente en un sector generó un costo generalizado en la canasta familiar.
El analista financiero y excandidato presidencial, Jaime Dunn respaldó el paquete de ajuste económico del Gobierno de Rodrigo Paz bajo el argumento que las subvenciones, especialmente a los combustibles, habían creado un esquema de precios insostenible que finalmente se pagaba con inflación. Dunn defendió la necesidad de un «equilibrio real» en la economía y reconoció el duro impacto inicial sobre la población.
«La subvención te da precios ficticios en la economía y tarde o temprano la economía tiene que llegar a un equilibrio. El Gobierno está tomando las medidas que son correctas y esas medidas, aunque son duras al comienzo, al final van a ser de gran beneficio para los bolivianos«, enfatizó Dunn.
El analista fue contundente al señalar la relación causa-efecto entre la política de subsidios del anterior Gobierno y la crisis inflacionaria actual. «Lo que el Gobierno (del MAS) nos ha dado en subvención, la economía nos lo está cobrando en inflación», afirmó, y ejemplificó: «Por querer tener gasolina barata, no solo que apenas la conseguimos, sino que ahora el arroz, el pescado, el huevo, todo es más caro». Su análisis apunta a que el beneficio aparente en un sector generó un costo generalizado en la canasta familiar.
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Para Dunn, el núcleo del problema fiscal y económico radica en el excesivo gasto público heredado. «El Gobierno está apuntando directamente a uno de los problemas más grandes que tiene, que es el exceso de gasto público», explicó.
Luego, el experto cuantificó la carga al afirmar que «la subvención de más de 2.000 millones de dólares y el hecho de que hay que importar los combustibles a un costo superior a los 3.000 millones de dólares ha generado este problema económico que tenemos».
Las palabras de Dunn llegan inmediatamente después de que el presidente Rodrigo Paz promulgara el Decreto Supremo 5503, que elimina la subvención a los carburantes. El paquete, vigente desde la noche del miércoles 17 de diciembre, disparó el precio de la gasolina de Bs 3,74 a Bs 6,96 y el del diésel de Bs 3,72 a Bs 9,80. La normativa, de 121 artículos, representa el cambio de rumbo económico más significativo de la nueva administración.
Al anunciar las medidas, el presidente Rodrigo Paz intentó atenuar el malestar social al prometer una distribución equitativa de los recursos que se dejen de gastar en subsidios. «Estos nuevos recursos no se quedarán en el centralismo, sino que se distribuirán en un 50% directamente a nuestras regiones y gobiernos subnacionales», aseguró y se comprometió a que los fondos se traduzcan en mejores hospitales, escuelas y servicios públicos a nivel local.