Ejecutivo perfila nueva ley de hidrocarburos y traspasar el abastecimiento de gasolina al sector privado


En la actualidad el país importa el 95% del diésel que consume y el 55% de la gasolina que demanda el mercado nacional.

eju.tv / La Paz / Video Bolivia Tv 

Como parte de las medidas para estabilizar la economía y garantizar la provisión de carburantes, el Gobierno nacional perfila una nueva ley de hidrocarburos con un régimen impositivo más razonable y también traspasar de forma parcial el abastecimiento de gasolina al sector privado nacional y externo.



Así lo anticipó el ministro de Hidrocarburos y Energías, Mauricio Medinaceli, al defender el Decreto Supremo 5503 que precisamente aprobó el gobierno del presidente Rodrigo Paz para poner fin a la subvención a los hidrocarburos.

“Tenemos el plan de proponer una nueva ley de hidrocarburos y en esta nueva ley de hidrocarburos se tiene un government take (parte porcentual que toma un gobierno del valor bruto generado por un proyecto) más razonable, un sistema impositivo más razonable en función a la geología del campo, una nueva tipología contractual y varias otras modificaciones de tal suerte de convertir lo que es actual una ley de hidrocarburos de cosecha y tener una ley de hidrocarburos de siembra para recuperar las reservas de gas natural en el país”, explicó en una entrevista con Bolivia Tv.

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La Ley de Hidrocarburos 3058 fue promulgada el 17 de mayo de 2005, por el entonces presidente de la Cámara de Senadores, Hormando Vaca Diez, después que el presidente Carlos Mesa eludió responsabilidades y devolvió la norma al entonces Congreso Nacional.

Esta ley estableció lineamientos sobre los cuales deben desarrollarse las actividades hidrocarburíferas en el país, creó el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) del 32% y asignó a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) la responsabilidad de guiar la parte operativa del sector.

Si bien uno de sus objetivos era impulsar el desarrollo del sector, no se logró teniendo como consecuencia la reducción de las reservas hidrocarburíferas.

Producto de ello, en la actualidad el país importa el 95% del diésel que consume y el 55% de la gasolina que demanda el mercado nacional.

En estas operaciones de importación YPFB juega un rol protagónico, sin embargo el objetivo del Gobierno es liberarla de esta tarea.

El suministro de carburantes en una estación de servicio. Foto: ABI

“Dentro del plan tenemos (está) traspasar parte del abastecimiento de gasolina al sector privado nacional a internacional en una suerte de bloques mayoristas y naturalmente esto con YPFB de la mano, a su vez importar petróleo para reactivar la producción de las refinerías y subir la capacidad utilizada que hoy en día está en 30% al 80 o 90%”, explicó.

Medinaceli argumentó que esto se lo hará porque el sector privado internacional y nacional “tiene la capacidad financiera para, por ejemplo, emitir cartas de crédito, cosa que hoy en día tenemos problemas con YPFB”.