El negocio del combustible boliviano se acaba en Perú tras el levantamiento de la subvención


Durante años, el bajo precio del diésel y la gasolina en Bolivia permitió que grandes volúmenes de combustible sean trasladados de forma ilegal hacia territorio peruano, especialmente por pasos fronterizos como Desaguadero, frontera con Perú.

 



eju.tv / Video: Radio Fides

El contrabando de combustible boliviano hacia el Perú se redujo luego de que el Gobierno nacional levantó la subvención a los carburantes, una medida asumida en el marco del Decreto Supremo 5503, aprobado la anterior semana. La nivelación de precios eliminó el principal incentivo económico que alimentaba este negocio ilegal en zonas fronterizas, según el reporte que realizó Radio Fides.

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Durante años, el bajo precio del diésel y la gasolina en Bolivia permitió que grandes volúmenes de combustible sean trasladados de forma ilegal hacia territorio peruano, especialmente por pasos fronterizos como Desaguadero, frontera con Perú. Esta práctica generaba ganancias para contrabandistas y pérdidas económicas para el Estado boliviano.

Sin embargo, reportes recientes y testimonios recogidos por radio Fides, en la frontera Bolivia–Perú dan cuenta de una drástica caída del contrabando. Transportistas peruanos y bolivianos reconocen que «ya no resulta rentable adquirir combustible en Bolivia para revenderlo en el país vecino, debido a que los precios se han nivelado.

De acuerdo con el Decreto Supremo 5503, los nuevos precios oficiales del combustible en Bolivia quedaron establecidos de la siguiente manera: el diésel oíl en Bs 9,80 por litro; la gasolina especial en Bs 6,96; la gasolina premium en Bs 11,00; el GLP (garrafa de 10 kilogramos) en Bs 22,50; la gasolina de aviación en Bs 10,57; el jet fuel en Bs 10,74; el kerosene en Bs 5,64 y el gas oíl en Bs 5,69.

Con esta estructura de precios, el diferencial que antes favorecía el contrabando prácticamente desapareció. Choferes del transporte pesado señalaron que ahora prefieren abastecerse en Perú, ya que no existe una ventaja económica al comprar combustible boliviano. Asimismo, se observa una disminución de filas en surtidores bolivianos cercanos a la frontera.