Encuesta de percepción: primer mes de Paz genera optimismo y expectativa por temas pendientes


El 65 % aprueba la gestión de Rodrigo Paz y el 60 % cree que Bolivia va por buen rumbo, según la investigación encargada por Unitel. Pero hay una mayoría que percibe la economía como ‘muy débil’ y exige resultados concretos al nuevo gobierno.

Rodrigo Paz junto a dos de sus ministrosPaz con dos de sus ministros clave: José Luis Lupo y José Gabriel Espinoza. Foto: Correo del Sur

eju.tv



A solo 30 días de asumir la presidencia, Rodrigo Paz registra una aprobación ciudadana envidiable, debido a que tiene un respaldo considerable del 65 %, según la encuesta de Ipsos Mori divulgada la noche del domingo por la red Unitel, nivel de aprobación conseguido en el eje central más El Alto, ciudades donde se realizó la investigación de manera virtual a personas mayores de 18 años y que tiene un margen de error que bordea el 5 por ciento.

Santa Cruz (71 %), Cochabamba (63 %), La Paz (60 %) y El Alto (59 %) muestran que existe un gran respaldo en el eje central a la actual gestión gubernamental. Por otra parte, el 60 % de los consultados dijo que consideran que el país va ‘en la dirección correcta’, frente a un 40 % que opina lo contrario. Esto representa un marcado contraste con la percepción de junio de 2025 –Arce estaba al frente del gobierno–, cuando el 92% de la población creía que el país iba por el camino equivocado.

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Este giro se siente como un respiro, muy distinto del pesimismo masivo que predominaba bajo la gestión anterior.  Sin embargo, ese optimismo popular convive con un diagnóstico más preocupante, debido a que la mayoría percibe aún a la economía nacional, y a su economía personal, como ‘muy débil’. En noviembre, el 63 % consideró que la situación macroeconómica es ‘muy débil’ y apenas el 16 % respondió lo contrario.

En cuanto a sus finanzas personales, un 51 % las describió como ‘muy débiles’, cifra que mejora ligeramente respecto a meses anteriores, pero sigue siendo elevada. Este contraste sugiere que el respaldo inicial hacia Paz no es una bendición ciega, muchos ciudadanos parecen apostar por un cambio simbólico o esperanzador, aunque con reserva, a la espera de resultados concretos. Según los analistas, a medida que avancen los días el ojo ciudadano estará más enfocado en la situación financiera.

Ese respaldo guarda relación con las señales políticas y económicas que combinan la urgencia de la solución de las demandas con guiños que devuelven la certidumbre a la población. En su primer mes, el gobierno de Paz implementó medidas que buscan marcar distancia con la administración anterior: reabastecimiento de combustible, eliminación de impuestos a implementos tecnológicos, y la promulgación de medidas para transparentar la economía, como la publicación diaria del valor referencial del dólar.

“Lo importante no es solo ser electo presidente, es cómo se sale de la Presidencia”, refirió Óscar Ortiz, al destacar que el verdadero desafío para Paz no radica en ser primer mandatario, sino en cómo será recordado su mandato. El analista expresó su preocupación por comentarios que circulan en diversos círculos de opinión, que apuntan a que el gobierno podría eludir medidas económicas de fondo por la proximidad de los comicios subnacionales, algo que fue negado por el ministro de Economía y Finanzas, José Gabriel Espinoza.

Paz con miembros del Alto Mando militar. Foto: Correo del Sur

Además, se anunció la constitución de comisiones para revisar irregularidades de gestiones anteriores, con particular atención al manejo de subsidios energéticos y distribución de combustible.  Estas decisiones buscan dar señales de un ‘cambio real’, mostrar resultados rápidos y restablecer la confianza pública. Algunas de las acciones de la actual gestión tuvieron el impacto esperado, pero existe una demanda ciudadana para que se implementen promesas de la campaña electoral como el ‘perdonazo’ tributario.

Para parte del electorado, los gestos mostrados en estos 30 días bastaron para renovar expectativas. Pero la encuesta revela con claridad que las dificultades estructurales (inflación, desempleo, devaluación, bajos salarios) no desaparecen con anuncios. La percepción de la ‘economía débil’ indica que muchos esperan políticas más profundas, no solo medidas de emergencia o simbólicas, para que exista un verdadero reencauzamiento.

Algunos economistas sostienen que la aprobación de Paz responde menos a un respaldo firme a un programa económico que a un deseo de cambio frente al desgaste del antiguo gobierno.  Para el economista Gonzalo Chávez este ‘superávit de credibilidad’ que tiene el presidente Paz representa un excelente piso político, pero requiere una gestión cuidadosa para mantener y capitalizar esta confianza ciudadana.

El primer mes de gobierno de Rodrigo Paz logró lo que muchos esperaban: rescatar la inmunidad ciudadana, recuperar expectativas y darle al país un respiro emotivo. Pero la encuesta de Ipsos Ciesmori para Unitel también recuerda que la aprobación política no es lo mismo que respaldo económico o satisfacción social. La mayoría de bolivianos aún considera que vive en un país en crisis económica, y que sus bolsillos siguen golpeados por la inflación, la precariedad laboral y la incertidumbre.

Para consolidar ese capital político, Paz necesita convertir las medidas simbólicas en cambios concretos que permitan estabilizar la economía, contener el costo de vida, crear empleo, transparentar las finanzas estatales, y establecer un mecanismo de rendición de cuentas claras. Si no lo hace, la percepción de que el país va por buen rumbo podría desvanecerse rápidamente. El 65 % de aprobación que hoy por hoy lo respalda podría quedar relegado por las necesidades reales y la impaciencia popular.