El viceministro Justiniano advierte que Bolivia produce mucha más coca de la requerida para usos legales y anuncia nuevas decisiones basadas en datos abiertos.

La confirmación oficial de una sobreproducción de coca en Bolivia ha devuelto a la erradicación un rol central en la política antidroga del Estado. Así lo afirmó el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, al explicar que el Informe de Monitoreo de Cultivos de Coca 2024 demuestra un exceso estructural que alimenta directamente al narcotráfico.
“Hay una evidente sobreproducción de coca, hay un exceso sobre la demanda legal y hay brechas que alimentan al narcotráfico”, sostuvo la autoridad, enfatizando que las decisiones actuales se basan en datos y no en discursos. Según el informe, Bolivia registra 34.000 hectáreas de cultivos de coca, muy por encima de las 22.000 permitidas por ley.
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Por ello resalto que “la erradicación vuelve a ocupar un sitial fundamental en la lucha contra el narcotráfico, recupera la misma prioridad estratégica que la interdicción, porque actúa sobre la causa, la sobreproducción de coca” que tiene su origen en una ampliación sin fundamento técnico de los límites legales y por el incumplimiento del sistema de control por familia productora. Indicó que solo un 30% de las familias cumple con el cato permitido, mientras que el resto registra entre dos y seis catos.
Asimismo, alertó sobre la mejora en las técnicas de conversión de coca a cocaína, que hoy requieren menos cantidad de hoja, incrementando el riesgo de desvío hacia el narcotráfico. Ante este escenario, anunció la solicitud de apoyo a Naciones Unidas y la Unión Europea para realizar un nuevo estudio de mercado que determine con precisión la demanda legal real.
“¿Cuál es el problema de fondo? Bolivia tiene más coca de lo que se necesita para sus usos tradicionales. En el año 2016, Bolivia hizo un estudio de mercado que se había solicitado desde el 2002, finalmente en el 2016 se consolidó y ese estudio de mercado define 14.700 hectáreas como las necesarias para el consumo legal de hoja de coca. Luego de eso, en el camino definen que, porque esto iba a aumentar con los años, teníamos que darle 19.000 hectáreas al país por el crecimiento de la población” estableció.
Empero, refirió que, a último momento, no contemplaron las 14.700 hectáreas iniciales producto del estudio, ni las 19.000 que eran la proyección. “Le pusieron 22.000 hectáreas, sin ningún fundamento técnico, solamente porque les apeteció en ese momento cubrir una producción ilegal en el país y se les dio un formato legal. De ahí entonces, debo decir que la coca ha seguido creciendo, o sea los cultivos de coca, no se mantuvo en 22.000, sabemos ahora que hemos presentado los datos del 2024 que está en 34.000” , apuntó.
La autoridad reiteró que la erradicación, junto a la interdicción, el desarrollo alternativo y la prevención, vuelve a constituir un pilar estratégico. “Esta decisión habla de un país que quiere resolver el problema y no administrarlo”, afirmó, al destacar que Bolivia ha decidido abrir sus datos, sus instituciones y su voluntad de cooperación internacional.
