“Estamos convencidos de que el camino que hemos asumido es el correcto para estabilizar el país, proteger a los sectores más vulnerables y sentar las bases de una economía sana y sostenible, después de años de distorsiones que hoy afectan a toda la sociedad”, se lee en el documento que enfatiza la legitimidad de las medidas económicas adoptadas.
En un intento por desactivar las marchas y bloqueos, el Gobierno de Rodrigo Paz convocó hoy (31) formalmente a la Central Obrera Boliviana (COB) a un diálogo que se instalará el 5 de enero en la Casa Grande del Pueblo con el objetivo de abordar los temas derivados del polémico Decreto Supremo 5503 y otras demandas de los movilizados. La carta, firmada por el Ministerio de la Presidencia y dirigida al secretario ejecutivo, Mario Argollo, llega en el noveno día de protestas y bajo la advertencia sindicalista de que la abrogación total de la norma es un punto “no negociable”.
La misiva oficial establece el marco y el tono que el Ejecutivo espera para el encuentro. “Este Gobierno cree firmemente que gobernar es escuchar, dialogar y explicar, pero también actuar con responsabilidad y convicción. Estamos convencidos de que el camino que hemos asumido es el correcto para estabilizar el país, proteger a los sectores más vulnerables y sentar las bases de una economía sana y sostenible, después de años de distorsiones que hoy afectan a toda la sociedad”, se lee en el documento que enfatiza la legitimidad de las medidas económicas adoptadas.
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Sin embargo, la respuesta de la COB ya se dio horas atrás. Tras un ampliado de dirigentes, el ente matriz emitió un comunicado en el que señala que “la Central Obrera Boliviana reafirma que no rehúye el debate ni la discusión técnica, pero no se prestará a montajes ni a convocatorias mediáticas sin respaldo formal, sin condiciones claras y sin respeto a la representación sindical”.
En una reciente entrevista con Abya Yala, Argollo ya había sido contundente respecto a la posición sindical y ratificó que la abrogación total del Decreto 5503, que eliminó subsidios a los combustibles y ajustó precios, es un punto “no negociable” para levantar las protestas, y señaló que aguardaban la convocatoria oficial del Gobierno para definir la asistencia de la dirigencia.
El llamado al diálogo, programado para las 11:00 del 5 de enero con la participación de ministros de Estado, busca, según el Gobierno, “intercambiar criterios, aclarar dudas, escuchar propuestas y avanzar hacia consensos posibles”. No obstante, con la COB que exige abrogación total y el Gobierno que defiende la norma como un pilar de su estabilización económica, el escenario previo al encuentro está marcado por posturas rígidas y una profunda desconfianza que amenaza con convertir la convocatoria en un nuevo frente de conflicto.