El Viceministerio de Defensa Social confirma que el diésel deja de ser sustancia controlada. Ernesto Justiniano afirma que el sistema de permisos era inviable, fomentaba corrupción y afectaba gravemente al agro, la minería y el transporte.
Como parte del paquete de medidas económicas anunciadas la noche del martes por el presidente Rodrigo Paz, el Gobierno determinó retirar al diésel de la lista de sustancias controladas, una decisión que marca un giro en la política de control de combustibles vigente durante años; en la justificación de la medida, el mandatario explicó que la medida apunta a agilizar la actividad productiva y reducir las distorsiones administrativas que afectó al sector productivo del país.
En esa línea, el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Ernesto Justiniano, explicó que la inclusión del diésel como sustancia controlada había generado más problemas que soluciones. “Ya eso generaba demasiada corrupción”, afirmó al detallar que el límite de 120 litros para el transporte del combustible era incompatible con las necesidades reales del aparato productivo, que necesita movilizar grandes cantidades del carburante en las temporadas de siembra y cosecha.
Según Justiniano, desde la vigencia del decreto, la pasada jornada, cualquier persona podrá transportar diésel sin necesidad de permisos ni hojas de ruta, lo que permitirá eliminar un sistema burocrático que, en su criterio, se había convertido en un cuello de botella. Con la medida, aquellas personas que requieran comprar, transportar y vender ese carburante lo podrán hacer sin problema alguno, aunque –dijo– los controles continuarán, pero ya no bajo la lógica de sustancia controlada. La medida será efectiva en unos cinco días una vez se tenga la reglamentación correspondiente.
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Una de las medidas importantes es que se ha levantado el tema del diésel de las sustancias controladas. Ya eso generaba demasiada corrupción, teníamos una capacidad solamente de 120 litros de permiso para transportar diésel. Desde ahora, desde (la promulgación) el decreto se levanta esta medida y ahora todo el mundo puede transportar diésel sin ningún problema. Esto claramente creo que va a aliviar bastante al sector del agro y yo creo que esto lo van a recibir con beneplácito”, afirmó.
Foto: captura de pantalla
El viceministro explicó que el antiguo régimen obligaba a los productores agrícolas a realizar hasta seis viajes diarios solo para abastecer una cosechadora, que puede consumir alrededor de 800 litros de diésel por día; a ello se sumaban demoras de meses para autorizar volúmenes mayores, incluso cuando se trataba de cantidades inferiores a los 20.000 litros permitidos. “Y sacar los permisos generaba problemas de corrupción, demoraba un montón los permisos, por ejemplo, para tener 19.000 litros, menos de 20.000, que era uno de los topes, tardaban meses”, apuntó.
Justiniano sostuvo que el levantamiento de esta restricción aliviará de manera directa al sector agropecuario, pero también a la minería y al transporte pesado, sectores altamente dependientes del diésel. Además, estimó que la medida facilitará la importación libre de diésel y gasolina, lo que reducirá los costos logísticos y los tiempos de operación. “Esto va a aliviar muchísimo, porque la verdad que este tipo de trabas, este tipo de trancas que se tenían, era necesario parar la corrupción”, subrayó.
Respecto al riesgo de desvío del combustible hacia actividades ilícitas, el viceministro aclaró que los mecanismos de control no desaparecen, sino que se reorientan. “Se seguirán los controles, pero ya no a través de hojas de ruta”, explicó para luego remarcar que el objetivo es mantener la fiscalización sin castigar a quienes utilizan el combustible de manera legítima “sobre todo en el diésel, que es un producto tan necesitado y usado en el transporte, en la minería, en el agro, en todo lo que es maquinaria pesada”.
Con esta decisión, el Gobierno deja en claro que el esquema anterior fracasó en su intento de control y terminó dando paso a prácticas irregulares. El levantamiento del diésel como sustancia controlada se convierte así en una de las medidas cruciales del nuevo paquete económico, ya que tiene un impacto directo en los sectores productivos, lo que tiende a mejorar la relación del Ejecutivo con esos sectores clave de la economía nacional.