El alcalde de Cochabamba advierte que intermediarios se aprovechan del contexto económico al vender productos adquiridos a precios anteriores.
El alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, consideró este jueves que el levantamiento de la subvención a los combustibles era una medida necesaria para estabilizar la economía del país y evitar un mayor deterioro de las finanzas públicas. No obstante, lamentó que la decisión genere un efecto dominó en distintos sectores e incluso que muchos comerciantes se aprovechen de la situación, mismos que requieren de controles y así garantizar la estabilidad.
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«Siempre supimos que había que conseguir recursos del exterior para poder estabilizar la economía, estabilizar la balanza de pagos y, obviamente, levantar esa subvención que le está haciendo mucho daño a la economía del país. No obstante, en el mercado informal hacen lo que quieren. Los choferes, planificadores y algunos supermercados incluso han cerrado sus puertas para reetiquetar precios, tomando en cuenta que lo que tienen almacenado fue comprado antes de las medidas», afirmó la autoridad edil, en contacto con la Red Erbol.
En el caso de los combustibles, señaló que por qué venden a Bs 9,80 el litro de la gasolina, si se le entregó a 3,72, por tanto, ahí hay especulación. «Sin embargo, la mayoría ha decidido vender al precio que les fue entregado el combustible, de manera consciente, para no especular, porque las colas son enormes. Seguramente, a estas horas, ya se está terminando tanto la gasolina como el diésel, y me imagino que a partir de mañana o pasado mañana el precio será otro, definitivamente».
También explicó que la subvención a los combustibles venía generando un fuerte impacto negativo en la economía nacional y que, para levantarla, era indispensable contar con recursos externos que permitan estabilizar la balanza de pagos y el tipo de cambio. En ese marco, recordó que su organización política apoyó la aprobación de créditos internacionales para garantizar el abastecimiento de gasolina y diésel, así como el pago de obligaciones como los aguinaldos.
Asimismo, advirtió que el incremento del Salario Mínimo Nacional a Bs 3.300 tendrá repercusiones directas en la estructura de costos, particularmente en sectores como la construcción y en las finanzas de los gobiernos municipales, que deberán modificar sus presupuestos, planes operativos anuales y contratos vigentes.
Asimismo, señaló que el alza del dólar en el mercado informal y la falta de una estabilización efectiva del tipo de cambio están generando incertidumbre en la población, lo que deriva en largas filas en surtidores y distorsiones en los precios de bienes y servicios.

