En ese contexto, el viceministro amplió el panorama de la cooperación antinarcóticos y señaló que el Gobierno del presidente Rodrigo Paz busca también establecer contactos con agencias especializadas de países vecinos como Brasil y Chile. Este punto enfatiza un enfoque integral que trasciende la relación bilateral con Washington y busca mecanismos regionales de coordinación.
El proceso para el retorno de la agencia antidrogas estadounidense (DEA) enfrenta retrasos debido a formalidades pendientes y a una discusión sobre el marco de su futura actuación en el país, informó el viceministro de Defensa Social y Lucha contra el Narcotráfico, Ernesto Justiniano. La autoridad confirmó que, si bien ya hubo un primer contacto, las negociaciones tomarán más tiempo del inicialmente previsto.
“Ya hemos tenido un primer encuentro virtual y en las próximas semanas tendremos probablemente un encuentro presencial. Eso va a tomar más tiempo de lo que hoy nos quisieran porque hay formalidades que se tienen que cumplir”, declaró Justiniano. Su afirmación confirma que el cronograma para el regreso de la DEA, expulsada en 2008, se ha extendido más allá de lo esperado tras el restablecimiento de relaciones con Estados Unidos.
El viceministro detalló que el diálogo no se limita a la DEA e incluye a otras agencias de cooperación internacional. La autoridad aseguró que se han mantenido conversaciones con Naciones Unidas para reforzar la erradicación de cultivos ilícitos, con lo que se marca una estrategia de cooperación multilateral. «No solo pensamos que Estados Unidos, la Unión Europea y Naciones Unidas son importantes», agregó la autoridad.
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En ese contexto, el viceministro amplió el panorama de la cooperación antinarcóticos y señaló que el Gobierno del presidente Rodrigo Paz busca también establecer contactos con agencias especializadas de países vecinos como Brasil y Chile. Este punto enfatiza un enfoque integral que trasciende la relación bilateral con Washington y busca mecanismos regionales de coordinación.
El eventual retorno de la DEA, anunciado como parte de la nueva etapa en las relaciones bilaterales con Estados Unidos, queda así sujeto a un proceso de coordinación complejo. Las «formalidades» y la definición del alcance operativo de la agencia continúan negociándose, sin que se haya establecido aún una fecha definitiva para su reinstalación en territorio boliviano.