En un acto de entrega de equipos tecnológicos por parte de la UNODC con financiamiento de la UE, el viceministro Justiniano afirmó que el combate al narcotráfico solo es sostenible con instituciones íntegras, controles sólidos y una transformación cultural profunda dentro de la FELCN.
eju.tv / Video: VMDSSC
“La lucha contra el narcotráfico no se gana solo con operativos ni con cifras; se gana fortaleciendo instituciones”; de esa manera, el viceministro de Defensa Social, Ernesto Justiniano, sintetizó una premisa de trabajo gubernamental a propósito de la entrega de equipos y herramientas tecnológicas para el fortalecimiento de la prevención y lucha contra la corrupción en la Dirección General de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (FELCN).
La entrega efectuada la mañana de este miércoles es parte del Proyecto de Apoyo en la lucha contra la corrupción en la FELCN, que es financiado por la Unión Europea y ejecutado con asistencia técnica de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en el marco de las actividades de cooperación que mantiene con el Estado boliviano.
Justiniano fue enfático al señalar que el evento ‘no es un acto administrativo más’, sino la expresión de ‘una decisión consciente, responsable y firme del Estado’ orientada a reforzar la institucionalidad, la transparencia y la credibilidad de una de las entidades más sensibles en la lucha contra el tráfico ilícito de sustancias controladas. “Cuando un Estado decide enfrentar de verdad al narcotráfico, protege la integridad de sus instituciones y garantiza reglas claras y una conducta ética intachable”, sostuvo.
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Para la autoridad, el proyecto presentado no surge de la improvisación, sino de un diagnóstico institucional serio y técnico que permitió identificar riesgos reales de corrupción al interior de la FELCN. En ese sentido, subrayó que reconocer vulnerabilidades “no debilita a una institución, sino que demuestra responsabilidad y madurez”. “Aquí no se negó el problema ni se lo ocultó; se lo enfrentó con un plan de acción y medidas concretas”, afirmó.
Uno de los ejes centrales del proyecto es el desarrollo de sistemas informáticos internos, destinados a automatizar procesos, fortalecer controles, reducir la discrecionalidad y cerrar espacios a prácticas irregulares. “La tecnología, bien utilizada, no solo moderniza infraestructuras: transforma culturas institucionales”, remarcó. En esa línea, sostuvo que digitalizar controles y transparentar procedimientos protege a los funcionarios que cumplen su deber con honestidad y evita que ‘unos pocos intenten dañar a la institución desde dentro’.
No obstante, el viceministro advirtió que el esfuerzo no se limita al componente tecnológico. El proyecto también impulsa una transformación cultural, con la actualización de la malla curricular en los centros de especialización antinarcóticos, la incorporación de materias de ética e integridad, la formación de instructores y la elaboración de manuales y guías permanentes contra la corrupción. “No hay cambio estructural sin cambio cultural”, enfatizó.

Desde la perspectiva gubernamental, la lucha contra la corrupción fue definida como una prioridad estratégica del Estado, al considerar que debilita la institucionalidad, erosiona la confianza ciudadana y termina favoreciendo al crimen organizado. “Los resultados operativos son importantes, pero no suficientes si no están acompañados de transparencia y controles internos sólidos”, sostuvo Justiniano.
Finalmente, la autoridad destacó el acompañamiento de la UNODC y de la Unión Europea, cuyo respaldo financiero y técnico, aseveró. constituye “una señal de confianza en la voluntad del Estado boliviano de enfrentar estos desafíos con seriedad y cooperación internacional”. En ese marco, reafirmó el compromiso del Gobierno, de seguir construyendo instituciones ‘más fuertes, más transparentes y más confiables’, capaces de enfrentar con apego a la ley el desafío estructural que representa el narcotráfico.
“Reafirmamos el compromiso expresado por nuestro presidente Rodrigo Paz Pereira de seguir construyendo instituciones más fuertes, más transparentes y más confiables. Instituciones que estén a la altura del desafío que representa el flagelo del narcotráfico.Instituciones que actúen siempre con apego a la ley, al interés público y a los principios del Estado. Ese es el camino que hemos decidido recorrer. Y ese es el compromiso que hoy ratificamos ante el país y ante la comunidad internacional”, finalizó.