Hipocresías, violencia hacia la mujer, concursos, feminicidios


Hernán Cabrera MarazEx- Defensor del Pueblo

Cuando se aprobó, promulgó y se publicitó la Ley 348 “Ley integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia”, el 9 de marzo de 2013, muchos creyeron ingenuamente que la violencia hacia las mujeres iba a disminuir o se iba a erradicar. Fue parte del marketing político, afianzar una idea fuerza de que la ley era muy necesaria, importante y parte de las ofertas electorales, y sin duda, recibió el apoyo de gran parte de la población y de los actores políticos y activistas de derechos humanos.

A cuatro años de esa ley, los hechos de violencia se han incrementado notablemente y vergonzosamente. Algunos y algunas atribuyen, a que antes las mujeres no denunciaban la agresión física, verbal, psicológica, económica, cultural o sexual que eran objetos, que se callaban por miedo, por falta de dinero, por burocracia o por cualquier motivo y que ahora, por la Ley 348, las mujeres se animan a expresar y visibilizar la violencia de todos los días. Sin duda, esto no puede ser absoluto, es parte de una realidad más compleja, y que está enraizado en la sociedad machista y patriarcal que aún es la boliviana y la cruceña, en particular.



Las estadísticas van en aumento, cada año se registran más hechos de violencia contra la mujer y más feminicidios. En Santa Cruz, hasta octubre se han dado 17 feminicidios, o sea dos muertes a tres por mes. Todas ellas, relacionadas a la acción violenta del hombre, que mayormente es su pareja o ex pareja, que estaba alcoholizado o drogado.

El problema denota una grave crisis de la sociedad cruceña, en la que todos estamos fallando. el creer que con las leyes, como el caso de la Ley 348 «Para garantizar a las mujeres una vida libre sin violencia», no se iban a dar más hechos de esta naturaleza, nada más alejado de la realidad. Las leyes necesitan voluntad política, capacidad en  los recursos humanos, compromiso de trabajo, recursos económicos para implementarlas, institucionalidad y su cumplimiento estricto.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Sin duda, que falla esta ley, porque no se han dado las mejores condiciones para su aplicabilidad, prueba de ello, son los magros presupuestos municipales dedicados a la lucha contra la violencia hacia la mujer y la ausencia de programas de prevención, de capacitación, de socialización de los derechos de las mujeres; se falla también en las estructuras judiciales, donde los procesos se estancan o se negocian. De los 17 casos de feminicidios en Santa Cruz dos o tres tienen sentencia, y el resto tienen que esperar meses y quizás años. acá también es la falta de sensibilidad y capacidad de los operadores de justicia, que no le dan la dimensión necesaria a los hechos de feminicidios.

Y la sociedad en su conjunto, que adopta una actitud machista y consumista hacia las mujeres. La mayoría de los casos se han dado de hombres violentos, drogados o alcoholizados, que se creen dueños de las mujeres y que pueden hacer con ellas lo que quieran, porque eso lo arrastran desde la familia, el colegio y desde los medios de comunicación, que irradian una cultura sexista y comercial de las mujeres, cuyos promotores publicitarios, especialmente de bebidas alcohólicas siempre comparan a la mujer con el consumo de alcohol.

Lo alertamos desde la Defensoria del Pueblo que los feminicidios iban a aumentar, como también los hechos de violencia  hacia la mujer. Pues bien, ahora hay que asumir más acciones integrales, pero con voluntad, capacidad, compromisos, responsabilidad, recursos económicos, apego a las leyes y sincerarnos.

El Defensor del Pueblo, Rolando Villena, antes de concluir su mandato, dijo: “Sin embargo el éxito en la aplicación de la Ley tiene que ver con la implementación progresiva y permanente de una verdadera cultura de despatriarcalización que incluya la vigilancia y denuncia permanente del ejercicio de cualquier acción de violencia física, sicológica, sexual, verbal e incluso simbólica contra las mujeres”.

Este es uno de los temas centrales y de fondo, mientras persista esta visión sexista hacia la mujer, que adorna los posters de productos en muebles, bebidas alcohólicas, y otros; mientras el hombre no cambie de chip de creerse dueño de la mujer, como si fuera una prenda; mientras desde niñas le dicen que será modelo o magnífica si come bien, si hace ejercicios, si estudia; mientras sigan aumentando los concursos de belleza e incluso en colegios se los promocionan; mientras exista retardación de justicia y favoritismo de los jueces; mientras haya burocracia en la Fiscalía, Tribunal de Justicia y Policía para atender casos de violencia hacia la mujer; mientras no concurran buenos presupuestos municipales y departamentales; mientras no asumamos que este es un problema de gran magnitud y que está carcomiendo a la familia boliviana, y dediquemos nuestras miradas a otros temas insustanciales; mientras las religiones y los pastores sigan condenando al que piensa diferente en temas sensibles, como el aborto, los derechos de los gays, de las mujeres; mientras la sociedad cruceña mantenga la hipocresía que se escandaliza porque una niña quiere abortar mientras todo esto no se desmorone seguirán los casos de violencia hacia las mujeres y probablemente con mayor ímpetu, crueldad y vergüenza.

Hernán Cabrera MarazEx- Defensor del Pueblo