Al igual que en China, Cuba e Irán, donde los respectivos regímenes autoritarios impusieron una férrea censura sobre Internet, la Bolivia de Evo Morales podría seguir el camino hacia la dictadura virtual. Según el viceministro de descolonización, Félix Cárdenas -el mismo que intentó purgar varios libros clásicos de la currícula escolar por considerarlos “racistas”-, la ley mordaza también se aplicará a los mensajes de Facebook, contenidos de blogs, páginas web, foros, chats y correos electrónicos. Es decir, que el gobierno “democrático” del MAS pretende extender el control de la opinión incluso a espacios tan privados como las redes sociales. “No queremos que se difundan más mensajes de este tipo”, dijo el viceministro, aludiendo a los contenidos que considera discriminatorios y adelantando que pronto se reglamentará este aspecto de la ley, con lo que el Ejecutivo tendrá tuición sobre las expresiones de los ciudadanos en el ciberespacio. ¿Qué sigue? ¿Las escuchas telefónicas “antirracistas”? ¿El control sobre el arte y la cultura? La dinámica del totalitarismo es imparable y no se detiene hasta aniquilar todo rasgo de autonomía individual. Mientras tanto, un dirigente aymara acusa al gobierno de racismo y anuncia una huelga de hambre…
Racionamiento a la cubana
Bolivia está ingresando en una fase de “economía policial”, donde la producción y el comercio son vigilados desde el gobierno central como si se tratara de actividades criminales. La ministra de desarrollo rural y tierras, Nemesia Achacollo, acaba de anunciar la formación de la Comisión de Control de Abastecimiento de Alimentos, “con la finalidad de garantizar el normal abastecimiento de productos de la canasta familiar”. Se pone en marcha una visión punitiva de la economía, donde los actores privados -sin importar su escala- son sospechosos y deben estar bajo la atenta mirada del Gran Hermano estatal, que “hace justicia” a punta de inspecciones y procesos por “especulación”. El fondo de la cuestión es que toda economía intervenida masivamente por el Estado acaba produciendo inflación y desabastecimiento. Si no, veamos el ejemplo de Cuba, que pasó de vivir del azúcar al racionamiento de ese producto. Claro, sucede que la cartilla de racionamiento se convierte en otro instrumento de control en manos del nuevo poder burocrático.
Compra de medios
Son rumores, pero cada vez más frecuentes, y ya se sabe que cuando el río suena… Se dice que una de las estrategias adoptadas por el gobierno ante la rebelión de la prensa en contra de la ley mordaza consiste en comprar medios de comunicación, con una “ayudita” de los petrodólares venezolanos y de sectores non sanctos de la economía nacional. Al menos dos radios, un canal de televisión y un diario ya habrían pasado a manos gubernamentales, según esta versión.
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