Aprovecharon su momento


Son pocos los futbolistas que han ahorrado en sus mejores épocas pensando en el futuro. Entre los que supieron invertir están los hermanos José y Álvaro Peña, Víctor Hugo Antelo, Pablo Salinas, Milton Coimbra y Ronald Arana.



“Llevé una vida desordenada con alcohol y mujeres, pero a los 30 años cambié porque tomé al fútbol como una profesión y comencé a pensar en el futuro. Ello fue clave para que luego tenga de donde sostenerme”, es el testimonio de José ‘Pepe’ Peña, actual técnico de Destroyers y exjugador de varios equipos del país, entre ellos Oriente, The Strongest y Real Santa Cruz, de Bolivia, y Millonarios, de Colombia. Así como este entrenador cruceño, que aprovechó los últimos seis años de su carrera para guardar sus ganancias, hay varios jugadores que hicieron lo mismo y en la actualidad viven con comodidad y no como otros que después del retiro la pasan mal económicamente.

“Recuerdo que me compré varios terrenos, pero por la mala vida que llevaba a mis 30 años solo me quedaban dos, y ahí fue cuando cambié. Hace nueve años que conozco a Jesús, y ello me ha ayudado bastante”, agregó ‘Pepe’ Peña, de 49 años. El entrenador de Guabirá, Víctor Hugo Antelo, tomó al fútbol como una profesión y lo que ganó invirtió su dinero en bienes raíces, por lo que recibe buenos ingresos.

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“Como acá no había la carrera de medicina me inscribí en derecho, pensando que luego podía irme a Sucre. Al final le dije a mi madre que me iba a dedicar al fútbol, pues consideraba que era una profesión. El problema es que hay jugadores que lo ven como un pasatiempo”, dice el goleador histórico de Bolivia, con 350 goles y máximo artillero mundial. Este último premio le entregó la Federación Internacional de Historia y Estadísticas del Fútbol (IFFHS).

El exdelantero de Blooming, Pablo Salinas, que está a la espera de una oferta en Santa Cruz para seguir jugando a los 38 años, también ha incursionado de empresario. Junto a un amigo, decidió invertir en un complejo con canchas de padbol, una nueva disciplina que incursiona en el país. “En este emprendimiento he invertido mis ahorros, por ello es que no quiero moverme de Santa Cruz, pues estoy pendiente todo el tiempo del complejo”, afirmó Salinas, que también está en los bienes raíces.

Milton Coimbra, exdelantero de Oriente y Lanús, de Argentina, tampoco perdió su tiempo. “Estudié para ingeniero agrónomo, pero no pude hacer mi tesis pues luego tuve que dejar Santa Cruz para irme a jugar en Lanús”, explica el ‘Búfalo’ Coimbra, que después decidió crear, junto a su representante de esa época, Vigitek SRL., una empresa de seguridad electrónica que ya cumplió 11 años de vida. También se ha dedicado a representante de jugadores. “Cuando cumplí los 30 años ya tenía la visión a que debía dedicarme. Lo que más le cuesta a los futbolistas es decidir en qué va a invertir sus ahorros”, afirma.

Al igual que su hermano ‘Pepe’ Peña, Álvaro, entrenador de Wilstermann, invirtió en bienes raíces. Ambos también son parte como inversores del club Nuevo Horizonte, que disputa el torneo de la Primera B de la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF). En este emprendimiento Álvaro es gerente deportivo. Gracias a sus ahorros, ‘Pepe’ se mantuvo sin problema durante los cuatro años que estuvo sin trabajo, y su hermano también vivió tranquilo durante seis años sin dirigir ningún equipo.

Ronald Arana, exdefensor de Oriente y The Strongest, pensando en la vida después del fútbol primero construyó un edificio para tener ingresos de los alquileres. Después se compró un terreno al final de la avenida Roca y Coronado para invertir en el salón de eventos Sirius, que ahora es su principal sustento económico. Arana, de 41 años, se retiró en 2012 cuando jugaba en Wilstermann.

El histórico Milton Melgar, que paseó su fútbol en Boca Jrs. y en River Plate, aseguró su futuro fundando una escuela de fútbol de formación con su mismo nombre. Con 58 años, ‘Maravilla Melgar’ también es secretario ejecutivo de Futbolistas Agremiados de Bolivia (Fabol).

Martins y Raldes, invierten

Algunos de los jugadores que aún están en actividad no han esperado colgar las chuteras para invertir. Es el caso de los seleccionados bolivianos Ronald Raldes, de Bolívar, y Marcelo Martins, del Wuhan Zall Football Club de la segunda división de la la Liga China, que se están dedicando a los bienes raíces.

Raldes ha comprado varios terrenos, en los cuales tiene proyectos a plasmar para sacarle réditos. También ha comenzado un emprendimiento personal, Martins, que se estrenó como empresario con la apertura del condominio Pratta, que es el primero de otros que pretenden construir en los próximos años. “Esto es algo nuevo en mi vida, que servirá para mi futuro y el de mi hermano, que tuvo la idea para el emprendimiento”, manifestó el ‘Matador’.

A esta lista de empresarios se suman otras exfiguras del fútbol boliviano, como Juan Manuel Peña y Erwin ‘Platiní’ Sánchez, que hicieron casi toda su carrera en Europa y que no malgastaron sus ganancias, un ejemplo para que otros futbolistas imiten.

Hay otros casos en el que se beneficiaron por el hecho de ser conocidos por el fútbol, uno de ellos es Erwin Romero, director de la Dirección Municipal  de Deportes (DMD). ‘El Maestro’, que es considerado como uno de los mejores futbolistas bolivianos de la historia, tuvo un carrera de 20 años. “Ser conocido me ha permitido trabajar en la Alcaldía”, recalca.

Estudiar también es una inversión que da sus frutos

Así como hay futbolistas que invirtieron en bienes raíces u otros negocios, también hay jugadores que decidieron que el estudio les daría el sustento necesario en el futuro. Entre ellos están el secretario ejecutivo de la Federación Boliviana de Fútbol, Marcelo Carballo, el ministro de Deportes, Tito Montaño, y el secretario general de Fabol, David Paniagua.

Hasta antes de retirarse del fútbol, el exdefensor Carballo estudió ingeniería en industrias alimentarias para después hacer una maestría en administración de empresas y un diplomado en sicología organizacional, entre otros. También egresó de director técnico. 

Montaño estudió la carrera de economía en la Universidad Mayor de San Andrés, egresando en 1990. Trabajó en la Aduana Nacional de Bolivia y se desempeñó como docente en la Universidad Católica Boliviana. A mediados de 2010 fue designado como director del Fondo de Inversión para el Deporte (FID) y luego pasó a ser ministro.

Paniagua estudió para abogado, una carrera clave para desempeñarse en Fabol, un organismo que aglutina y defiende a los jugadores bolivianos.

El jugador más rico comenzó el negocio de su vida a los 24 años

El jugador más rico del mundo no es ni Lionel Messi ni Cristiano Ronaldo. El futbolista más millonario del planeta es Mathieu Flamini, el volante internacional francés del Getafe español, que comenzó el negocio de su vida a los 24 años cuando fichó por el Milán, de Italia. En esa ocasión conoció a Pasquale Granate, que actualmente es su socio y que lo convenció para invertir en un proyecto: fabricar ácido levulínico.

El químico es una molécula que busca convertirse en una alternativa más barata y limpia que el petróleo en el mundo de los combustibles. En esa ocasión, sus dudas eran enormes, por ello recién decidió contárselo a su familia ocho años después cuando presentó a la empresa GF Biochemichals, que tantos réditos ya le estaba dando.

En la actualidad el valor potencial de esa empresa es de 36.000 millones de dólares, por ello el jugador, de 33 años, ha confesado que tras retirarse se dedicará íntegramente a ella. En resumen, el costo de GF Biochemichals supera 10 veces el valor estimado del Real Madrid, que es de poco más de 3.500 millones. Mathieu Flamini ha jugado entre otros equipos en el Olympique de Marsella, Arsenal  y Crystal Palace.

Fuente: diez.bo