La gran novedad que nos trae este comienzo de año es la de un gobierno impopular, rechazado por el 67% de los bolivianos. De acuerdo a las últimas encuestas, la aprobación de Evo Morales apenas llega al 30%, mientras que la del vicepresidente Álvaro García Linera se ha desplomado al 21%. Es decir, que los mandatarios bajaron a las posiciones que un mes atrás ocupaban algunos de los ministros más rechazados, los que ahora exhiben minúsculas cifras de respaldo. Sin duda el efecto del gasolinazo ha sido crucial para este derrumbe, pero también vale la pena recordar que en los últimos tiempos ya existía un proceso de desgaste, que mes a mes horadaba la popularidad presidencial empujándola bajo la barrera del 50%. Por lo tanto, el fallido intento de ajuste fiscal ha sido más bien la “gota que rebalsó el vaso” de una creciente disconformidad, generada por un estilo basado en la imposición y la soberbia. Ahora tenemos claramente un gobierno en minoría, cuestionado por más de 2/3 de los ciudadanos. Sumémosle a eso la ruptura del sistema de alianzas sociales del oficialismo, las discordias entre el MAS y la cúpula ministerial, la crisis de credibilidad y la evaporación del mito de la invulnerabilidad política de Evo Morales, y tendremos pintado un complejo panorama, que en un futuro muy cercano podría derivar en la búsqueda de soluciones como el acortamiento de mandato y las elecciones anticipadas.
El Fondo de Soros y el puerto de Ilo
Mientras el proyecto político naufraga, los altos funcionarios de gobierno no dejan de impulsar grandes negocios. Se sabe que en los últimos días llegaron a la ciudad de La Paz representantes del Quantum Fund, uno de los fondos de inversión más importantes del planeta, dirigido hasta poco tiempo atrás por George Soros. De acuerdo a esta versión, el Quantum Fund estaría por firmar un compromiso con el gobierno de Evo Morales para invertir 2.000 millones de dólares en el desarrollo del puerto de Ilo y su conexión con Bolivia, de manera conjunta con la Armada. También se habla de una participación de China en la iniciativa por intermedio de un gran contratista. Hay que recordar que en varias ocasiones se ha ligado a Soros con figuras del actual gobierno boliviano, como Juan Ramón Quintana, de acuerdo a lo denunciado por el ex ministro de hidrocarburos Andrés Soliz Rada. Lo anecdótico del caso es que uno de los representantes norteamericanos del fondo de inversión habría sido nombrado capitán honorario de la Armada boliviana como premio por sus gestiones…