MOSCÚ — Un tabú de casi veinte años en los medios noticiosos rusos acerca de la vida personal del presidente Vladimir Putin se ha esfumado —solo un poco— con una entrevista transmitida en la televisión pública de una mujer que se ha descrito como la hija del mandatario.
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La entrevista sugirió que la imagen férrea de Putin se ha suavizado, así como la posibilidad de que sus dos hijas adultas puedan adentrarse en la vida pública.
Rusia no tiene una tradición de que la familia del presidente sea públicamente conocida, y los líderes soviéticos y postsoviéticos han adoptado enfoques distintos. Putin, un exespía, ha mantenido en gran parte a sus hijas fuera de la vista del público.
En ocasiones ha hablado con cariño sobre ellas, y el año pasado anunció que era abuelo. Aun así, a lo largo de su gobierno, Putin ha insistido en que su vida familiar se mantenga en privado, aunque la televisión pública ha cubierto el tiempo libre que pasa solo en los espacios abiertos de Siberia, caminando o montando a caballo, a veces sin camisa.
Vedomosti, un diario ruso, informó que la entrevista (que se transmitió el 6 de diciembre y se volvió a transmitir al día siguiente) fue la primera con Katerina Tikhonova. Los medios noticiosos rusos y occidentales han informado que se trata de la hija menor del presidente, aunque Putin jamás la ha reconocido como tal en público.
“Un gran suceso en nuestro Bizancio”, escribió un opositor ruso en Facebook.
En el programa, a Tikhonova le preguntaron sobre su trabajo como directora de un instituto científico. La emisión describió a un grupo de científicos que desarrollan dispositivos para leer ondas cerebrales.
La cobertura, tan aduladora como la que recibe Putin, presentó la investigación como innovadora y esencial para la tecnología rusa, y sugirió un nuevo papel para Tikhonova como una lideresa en el campo de la ciencia en Rusia.
Su aparición en la televisión pública sugiere un posible papel público para la familia presidencial, un tema tenso en la cultura política rusa desde la época de los soviéticos, dijo en una entrevista telefónica Nina Khrushcheva, profesora de Asuntos Internacionales en la Nueva Escuela en Nueva York y nieta del exlíder soviético Nikita Khrushchev.
Josef Stalin mantuvo a su familia apartada de la sociedad, aunque promovía a sus hijos en el ejército, pero en 1959 Khrushchev recorrió Estados Unidos con su familia, comentó su nieta. La hija del presidente Boris Yeltsin era una figura pública en la década de los noventa, antes de que Putin diera marcha atrás a la tradición.
El cambio aparente en la actualidad, en medio de cifras débiles para Putin en las encuestas, “es una manera de mostrar que la familia está involucrada en la construcción de Rusia, y no solo es Putin quien está en el Kremlin”, dijo Khrushcheva. “Sirvió para demostrar que su hija, su familia, está dejando una marca en el futuro, en la ciencia, en el destino de Rusia”.
La hija menor de Putin, quien recibió el nombre de pila Yekaterina V. Putina, nació mientras su padre estaba apostado en Alemania como espía; tiene 32 años. Su madre, Lyudmila Putina, se apartó en su mayor parte del ojo público a mediados del gobierno de Putin, y se divorciaron en 2013. Al parecer, ella volvió a casarse.
Poner a Tikhonova en televisión, dijo Khrushcheva, les muestra a los rusos “que hay otros aspectos sobre Putin más allá de su lado político”.
Para el programa de televisión, Tikhonova fue entrevistada frente a una imagen computarizada de una cabeza al parecer conectada a electrodos. Cuando está conectada a estos dispositivos, dijo “de verdad puedes ver que la gente se da cuenta del potencial de la tecnología y de sí misma, al mismo tiempo”.
El diario ruso RBK informó sobre el papel de Tikhonova en el instituto de investigación, llamado Innopraktika, en 2015, y más tarde la agencia noticiosa Reuters identificó a Tikhonova como la hija de Putin que usaba con un nombre falso. La empresa petrolera del Estado, Rosneft, ha financiado parcialmente el instituto de Tikhonova, de acuerdo con The Bell, un sitio noticioso independiente de Rusia.
El Kremlin ha rechazado hacer comentarios sobre la identidad de Tikhonova. Durante el programa de televisión, la identificaron como la “directora de Innopraktika y directora adjunta del Instituto de Estudios Matemáticos de Sistemas Complejos en la Universidad Estatal de Moscú”.
En junio, Rossiya 1, otro canal dirigido por el Estado, entrevistó a una mujer que supuestamente es la otra hija de Putin, y quien también usa un nombre falso —Maria Vorontsova— acerca de su trabajo como endocrinóloga infantil. En 2016, una revista rusa, The New Times, informó que Vorontsova era la hija mayor de Putin.
En su explicación más completa sobre el hermetismo en torno a sus hijas, Putin insinuó un deseo en 2017 de que sus nietos “vivieran como personas normales”, apartados del ojo público.
“Lo que pasa es que no quiero que crezcan como príncipes reales”, comentó, como respuesta a una pregunta durante un programa televisado con llamadas por parte de la audiencia. “Necesitan tener un entorno normal e interacciones ordinarias con otros niños. En cuanto diga sus nombres y sus edades, los identificarían de inmediato y jamás los dejarían en paz”.
Putin dijo que sus hijas trabajan en los sectores “de la ciencia y la educación” y “viven vidas normales y cotidianas”.
POR ANDREW E. KRAMER
Fuente: nytimes.com