Conozca las peripecias de un profesional africano en Bolivia


Pathe Seiny, un africano nacido en Chad, vino a Bolivia a estudiar el doctorado Gestión del Desarrollo y Políticas Públicas que ofrece la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) de La Paz.

Pathe Seiny, un africano que habla nueve idiomas, cuenta las peripecias que vivió en Bolivia

Pathe Seiny, un africano que habla nueve idiomas, cuenta las peripecias que vivió en Bolivia

Pathe Seyni durante una disertación.



Brújula Digital / Maite Lemus

Pathe Seiny, un africano nacido en Chad, vino a Bolivia aestudiar el doctorado Gestión del Desarrollo y Políticas Públicas que comenzóen junio de 2017 y que ofrece la Universidad Mayor de San Andrés. Su idea deestudiar en Bolivia era conocer el país y aprender una lengua más, para sumarnueve en total.

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Pero su estadía en el país ha estado marcada por variasdificultades, que Seiny relata, pese a todo, con una sonrisa.

Este cientista político de 32 años de edad y que cuenta con dosmaestrías, se trasladó en bus desde Sao Paulo y llegó a la terminal de SantaCruz de la Sierra el 7 de enero de 2017, a las siete de la mañana. En Brasilhabía estudiado su segunda maestría, en Relaciones Internacionales, en laUniversidad de Brasilia (UnB).

En Santa Cruz, en el mismo momento de salir de la terminal,empezaron sus problemas. Unos falsos policías intentaron asaltarlo.

“Eran las siete de la mañana. Todo era vacío, cerrado y seme acercaron dos hombres que me pidieron subir a un auto porque decían que erala Policía y yo me iba a subir al ver un auto de Policía y a policíasuniformados. Pese a que me mostraron unas placas policiales, no me dejé engañar.Intentaron robar mi mochila donde estaba mi laptop y no me dejé. Al final lagente, al escuchar la discusión, abrió las ventanas de sus casas y ellos seescaparon, eran unos ladrones”, relató a Brújula Digital.

Luego, al llegar a La Paz, se alojó en un hotel barato cerca de laplaza Alonso de Mendoza. Ese mismo día comenzó a buscar un departamento enalquiler. Éste, al no saber hablar español, compró tarjetas telefónicas y pidióayuda a algunos peatones para que llamaran por teléfono a varios departamentos enalquiler con datos que había sacado del periódico.

Al segundo día había ya conseguido un departamento en lazona de Miraflores y tuvo la suerte de que el dueño es brasileño porque Seiny hablaportugués.

Pathe dijo a Brújula Digital que el 28 de enero de 2017vivió una decepción en un banco de La Paz.

“Fui a unbanco de la 20 de Octubre a cobrar un dinero que me habían enviado mis padresmediante MoneyGram. Saqué mi billetera para fijarme los datos y la dejé ahí,olvidada. Al salir fui a almorzar y en el restaurante me di cuenta que no habíami billetera, donde estaban todos mis documentos y mi dinero”.

Seiny volvió al banco, pero los policías le dijeron que nosabían nada, aunque él detectó una actitud sospechosa.

El chadiano, desesperado, logró quejarse al personal delbanco con lo poco que había aprendido del idioma. “Tenía un libro para aprenderespañol y tenía que buscar palabras para hacerme entender lo que quería decir”,contó.

Exigió que le mostraran los registros de las cámaras deseguridad, algo que fue posible recién a las 10 de la noche. Seiny se habíaquedado desde ese momento en el lugar, sin comer nada, ya que no tenía dinero.

“Llegó las 10 de la noche y junto con el gerente vimos lascámaras de seguridad y efectivamente me habían robado los policías (una mujer ytres varones), los mismos que habían negado toda relación con los hechos”,relató.

Exigió a que le devolvieran por lo menos sus documentos,pero los uniformados se negaron e incluso le echaron la culpa a algunos clientes. El gerente le había mencionado que hiciera una denunciaa la FELCC y le pidió disculpas, además de asegurarle que esos policías no ibana trabajar más en el lugar.

Seiny, decepcionado e indignado, sin saber qué más hacer, sefue a su casa a pie.

Al día siguiente recibió un mensaje en su Facebook, dostrabajadores de ese banco lo citaron en el puente de las Américas paradevolverle su billetera. “Sólo había algunos documentos, nada de dinero y ellosdijeron que la habían encontrado botada al frente del BNB de la 20 de Octubre alas seis de la mañana”, dijo.

Pathe hizo la denuncia en la FELCC y en vista de que nopasaba nada volvió tres semanas después. Se llevó una sorpresa y decepciónporque la Policía había archivado el caso ya que decía que no había “flagranciani pruebas”.

Otro de los problemas que atravesó Pathe fue en Migración.Al no cumplir con todos los requisitos que se exigen a los extranjeros, que sondecenas de documentos, los funcionarios de Migración le cobraron una multa irregularde 9.000 bolivianos. Existen decenas de denuncias del maltrato y abusos quecometen los funcionarios de Migración contra los extranjeros. Además, seconsidera que la burocracia para lograr ser un residente legal es en Bolivia lamás compleja de la región.

“Debido al robo que he tenido pedí que Migración sea másflexible para regularizar mi situación, pero no aceptaron. Lo que mecorrespondía pagar era 2.000 bolivianos”, contó.

Por ello envió cartas a los ministros Carlos Romero, deGobierno, y Héctor Arce, de Justicia, con copia a la Defensoría del Pueblo, enlas que hizo conocer la multa irregular que le cobraban.

“Yo nunca entré a un país de manera ilegal, siempre hagotodo de modo legal. A tantos países que fui, nunca me había pasado estosproblemas”, manifestó.

Los ministros Romero y Arce decidieron resolver el problema.El africano, en compañía de Maritza Sánchez, directora de la Unidad deTransparencia del Ministerio de Gobierno, se trasladó hasta Migración. La directorade esa repartición dijo no estar al tanto de que los trabajadores del lugarestaban actuando de esa manera corrupta. Se anuló la multa y Seiny pudo empezara residir legalmente en el país.

“La directora de Migración actúo de manera muy ética dentrosus competencias y anuló toda esa multa”, sostuvo.

Un cuarto evento fue también desagradable para este estudiantede doctorado: el día que empezó las clases en la UMSA, un guardia de seguridadno lo dejó entrar al edificio porque no creía que una persona de raza negra podría serestudiante de doctorado. Molesto, tuvo que mostrar sus documentos de registropara poder ingresar.

Vida académica, ambiciones

Chad, ubicado al sur de Libia, en África, es una nación mediterráneaque tiene elevados niveles de pobreza y de corrupción. Como en Bolivia, el Presidente ha eliminado los límites constitucionales para repostularseindefinidamente.

Pathe Seiny ha dedicado su vida a los estudios y alaprendizaje de lenguas extranjeras. Estudió primero en el colegio Evangélico Francésde su país. Al terminar el bachillerato se fue a Ghana a estudiar inglés.Luego partió a Camerún a estudiar la carrera de ciencias políticas en la Soa,Yaoundé-2.

Al finalizar su carrera universitaria, postuló a la maestríade Comercio Internacional de Negocios, en la universidad Kyung Hee de Coreadel Sur. Los estudios incluían el aprendizaje del idioma coreano. Antes de finalizarse fue de intercambio estudiantil a China y luego volvió a Corea del Sur paradefender su tesis en coreano.

Posteriormente hizo una segunda maestría, la que cursó enBrasilia.

Este africano habla nueve idiomas: francés y árabe, que sonde uso común en Chad. También habla inglés, italiano, alemán, coreano,portugués, español y algo de holandés. Su habilidad para hablar idiomas esincreíble. En solo unos meses en Bolivia ya dominaba la lengua.

Cuando estaba por finalizar su maestría en Brasilia, pensóen hacer su doctorado. Sus padres le habían sugerido que lo cumpliera enAlemania, pero él quería hacer en un país de América Latina para aprenderespañol y tomó la decisión de estudiar en La Paz, Bolivia. En Brasil ya habíaaveriguado sobre los cursos de posgrado de la UMSA.

“Mis amigos y colegas de Brasil me dijeron: ‘Anda a Chile,Colombia, Argentina o cualquier otro país, menos a Bolivia’, incluso mi padreno estaba de acuerdo. Pero yo soy dueño de mi vida. Y yo he pensado en Bolivia,tengo que demostrar lo contrario de lo que ellos piensan, ya que la gente sedeja llevar por los prejuicios y por la ignorancia”, dijo.

Pese a los problemas que enfrentó, Pathe siente amor por elpaís. Tiene numerosos amigos y se siente feliz de estudiar en la UMSA.

Dijo que la gente le da un buen trato. Pathe considera quela falta de conocimiento y la mala fe hacen que la gente hable mal de cada país.“En este mundo todos los países tienen valor”, expresó.

Aparte del doctorado que cursa en la UMSA, ha usado sutiempo para estudiar tres diplomado entre 2017 y 2018. En uno de ellos, sobre “EducaciónSuperior e Interculturalidad”, ha sido invitado a ser docente auxiliar.

Reflejando una insólita capacidad de estudio, contó aBrújula Digital que aprovechará los siguientes meses para viajar a Madrid acursar otro diplomado beneficiado de que en esta fase final del doctorado lasclases no son presenciales. “Luego resolveré un problema que tengo en el Segip yretornaré a Bolivia para terminar mi doctorado”, contó.

Su próximo objetivo es cursar un posdoctorado en Canadá y de ahí volver a su país a trabajar a favor de su desarrollo.

Brújula Digital / La Paz