Hernán Cabrera M.
Periodista y ex Defensor del Pueblo
Ni una sola mujer asumió los máximos cargos en sus 100 años de historiade la Cámara de Industrias y Comercio; en sus 68 años del Comité pro SantaCruz; en sus 48 años de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz; enlos 61 años que tiene la Unión Juvenil Cruceñista; en los 138 años detrayectoria de la Universidad Gabriel René Moreno; en los 49 años de la CámaraNacional Forestal; en los 54 años de la Cámara Agropecuaria del Oriente; en sus76 años de la Federación de Trabajadores Fabriles; en sus 75 años de la CentralObrera Departamental, y probablemente de muchas otras.
En estos 458 años de celebrarse la fundación de Santa Cruz de la Sierra,es preciso y saludable repensar nuestros orígenes, pero ya desde otras ópticasy lecturas, aquella que se subraya en la Constitución Política del Estado y enel Estatuto Autonómico Departamental: que somos un Estado democrático, queproclama la igualdad, la equidad, la justicia, la no discriminación y lasmismas oportunidades para todos y todas.
Fíjese bien el elemento común en todas esas entidades empresariales,cívicas, sindicales, sociales, académicas, en las que el rostro femenino noestá presente, en lo que respecta a los altos cargos dirigenciales. Seguramentelas mujeres han sido vocales, secretarias de Cultura, de Actas, de Bienestarsocial, de Género pero como presidentas, secretarias ejecutivas, ni por asomo,ni en la sombra. Ausencia del liderazgo femenino.
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Incluso este año en las elecciones cívicas una mujer se atrevió adisputar la presidencia del Comité pro Santa Cruz, que fue borrada del mapa,hablando de votos, ya que hombres y mujeres tenían la instructiva de votar porel otro candidato. Después se llenan la boca de los derechos de las mujeres, yesos derechos son pisoteados.
Estas instituciones mencionadas a lo largo de su historia y de susaportes no han tenido como su máximo dirigente a una mujer. A ello hay queagregar que ni una sola mujer ha sido alcaldesa o gobernadora, de forma titulary como producto del voto popular. Han sido alcaldesa o gobernadora de formainterina, porque el titular estaba de viaje o por alguna licencia.
Sin duda, que esta realidad tiene su lectura a la luz de la sociología,de los nuevos paradigmas de los derechos humanos, de las reivindicaciones delas mujeres y de lo que el país en los últimos años ha venido viviendo de formaintensa, proceso al que se debe acompañar con cambios estructurales, y uno deellos es la cultura patriarcal, machista que está bien incrustada en la formadel ser del cruceño. Es parte de la identidad que algunos reclaman, que elcamba es macho, es valiente, que el camba es el que pone la plata.
La cultura cruceña que tiene sus señales en estos elementos claros, seexpresa de forma clara de forma machista y patriarcal. El libro de AlcidesParejas, “Historia de los cruceños”, en la parte cultural, artística, nodestaca a una sola mujer que hayan aportado en las letras y en las artes.
Si vemos la historia oficial de quienes se han encargado de escribirla,construirla y difundirla, la mujer fue invisibilizada y en último caso, seminimizó su rol en las grandes revueltas o hechos que marcaron nuevos rumbospara Santa Cruz. Muchos dirán estuvo Elfy Albrecht, dirigente cívica, deacuerdo, pero no se mencionan otras grandes mujeres que hayan tenido un rolprotagónico en la lucha por la independencia de Santa Cruz, por las regalíaspetroleras, por la democracia.
En definitiva, la institucionalidad cruceña, ahí están los datos, reflejanomás lo que se escucha en las fiestas, en las reuniones de amigos, de familia,minimizando el rol que han cumplido las mujeres a lo largo de nuestra historia,además estos son insumos para aquellos que no quieren entender y están ciegosante el avance de los derechos de las mujeres y en la expansión de la ideologíade género, que negar su existencia y su fundamentación, es querer tapar el solcon el dedo.