El gobierno del revés


gobierno del revés “En el reino del revés, un ladrón es vigilante y otro es juez”, escribía décadas atrás la escritora argentina María Elena Walsh, fallecida recientemente. La estrofa encaja bien para definir la situación actual del país, donde aquellos que le deben explicaciones a toda la ciudadanía se convierten en perseguidores y hostigan a quienes osan denunciar los delitos de los ladrones devenidos en “vigilantes”. Así, nos encontramos con el absurdo protagonizado por un Ministro de Gobierno que, lejos de aclarar cómo es que bajo su ala se incubó una red de más de 40 narco-policías, lanza una ofensiva contra la prensa acusando a los medios que publican la noticia de “ultraderechistas” y amenaza con investigarlos. ¡Lamentable intento de censura, doblemente lamentable cuando se pretende acallar las denuncias contra el narco-poder! Junto a él, asoma la cabeza un ex ministro ahora transformado en Señor de las Fronteras, quien acusa a la DEA de haber “sometido” a los anteriores gobiernos bolivianos, días después de que esa agencia capturara a un capo de inteligencia del gobierno de Evo Morales en pleno negocio de tráfico de cocaína. ¿Qué dirán sobre esto las fuerzas antinarcóticos de todos los países vecinos, que invariablemente coordinan acciones con la DEA? ¿Le dirá Evo a Dilma, Cristina, Sebastián, Alan y Fernando que son unos “sometidos” al imperio por tomarse en serio la lucha antidroga? En el gobierno del revés, los ministros interpelados acusan a los parlamentarios interpelantes, las autoridades deciden quiénes son opositores demócratas y quiénes no, y los gobernados están obligados a rendir cuentas ante los gobernantes. En el gobierno del revés, el régimen “del pueblo” busca meterle mano al bolsillo de la población como nunca en muchos años, intentando un brutal ajuste al precio de los combustibles y desatando una presión inflacionaria récord en América Latina (apenas superada por la del coronel Chávez). En el gobierno del revés, los que se ufanaban de ser los únicos que garantizaban la “gobernabilidad social” batieron las marcas históricas de conflictividad desde 1970. En el gobierno del revés, la descolonización tiene inconfundibles tintes monárquicos y absolutistas. En el gobierno del revés, nada el pájaro y vuela el pez…

[email protected]