Economía de palabras – Humberto Vacaflor Ganam
Los problemas del gas natural boliviano se multiplican.
No sólo está la gran duda sobre las reservas de gas, que siguen guardadas en los cofres del gobierno.
Ahora se anuncia que quizá se las dé a conocer cuando se les haya añadido los nuevos descubrimientos.
Es decir que a lo medido el año pasado por una empresa especializada, se sumarán los presuntos descubrimientos.
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La suma estará a cargo de profesionales de YPFB, que saben de estas operaciones aritméticas.
Entonces se podrá esperar que Argentina confíe plenamente en la capacidad boliviana de venderle mayores volúmenes de gas.
Los problemas del gas natural no terminan ahí. Según Carlos Miranda, experto en el tema, los funcionarios del gobierno tienen dificultades para entender algunos conceptos.
Dice que el gobierno presenta como el mayor logro de la industrialización del gas natural la instalación de una fábrica de tapones de plástico para las garrafas de GLP.
Si ese es el grado de confusión que tienen nuestras autoridades acerca de las palabras, pero sobre todo de la industrialización, estamos perdidos.
Ah, y también menciona Carlos una fábrica de paneles para la construcción de casas prefabricadas.
Mientras tanto, el proyecto de fábricas de urea, una verdadera industrialización del gas, está paralizado. Está paralizado el proyecto boliviano, porque el proyecto brasileño sigue adelante, para usar el gas boliviano.
Cuando se construyan las plantas bolivianas no habrá mercado para la urea que produzcan.
En fin, no hay remedio.