César Farías: ‘Claro que me ilusiona, porque creo en Bolivia’


Falta la confirmación oficial por parte del Comité Ejecutivo de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), pero el técnico César Farías toma sus previsiones y ya piensa en el trabajo con la selección.

Técnico. Farías, cuando fue presentado como técnico invitado de la selección, en mayo de 2018. Foto: Archivo-La Razón

Técnico. Farías, cuando fue presentado como técnico invitado de la selección, en mayo de 2018. Foto: Archivo-La Razón



Para la fecha FIFA de septiembre convocará a dos selecciones, una Sub-23 y otra mayor. En las eliminatorias no se fijará en la edad de los futbolistas, pues llamará a los mejores. Dice que si Bolivia gana todo en La Paz, puede pelear el primer o segundo lugar rumbo a Qatar 2022.

Falta la confirmación oficial por parte del Comité Ejecutivo de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), pero el técnico César Farías toma sus previsiones y ya piensa en el trabajo con la selección.

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— ¿Va a convocar a dos selecciones para los amistosos de septiembre?

— Sí, hay que hacer dos selecciones: una categoría Sub-23 para jugar con Argentina y otra de mayores para Ecuador. Es una necesidad que se presentó de esta manera.

— ¿Con qué jugadores?

— No puedo hablar de eso cuando no soy aún el técnico de la selección.

— ¿Qué falta?

— La información que tengo es que las reuniones entre mi abogado y la Federación van en un ambiente de amabilidad. Si se da la nominación, la haremos conocer, pero no me puedo precipitar.

— ¿Considera que Bolivia puede llegar al Mundial?

— Claro. Si Bolivia hace un trabajo profundo creyendo en sus jugadores, creyendo en su tradición, organizándose y preparándose, claro que soy un fiel creyente de que se puede llegar (a Qatar 2022).

— ¿Cuántos jugadores son seleccionables en este momento?

— Pienso en 50.

— ¿Como para armar un plantel de local y otro de visitante?

— Si es posible, hay que trabajar así. A las condiciones fisiológicas hay que sacarles el máximo de provecho. No hablo de teorías sino de experiencia, como la vivida en Venezuela, allí utilizamos siempre dos equipos y eso lo tenemos claro, con ventajas y desventajas.

— ¿Qué le seduce del fútbol boliviano para ser el seleccionador?

— La capacidad técnica del jugador boliviano; el tipo de torneo, que es sufrido porque hay que ir a la altura, al llano, afrontar temperaturas y gramados distintos.

Conozco bien el fútbol boliviano, a sus jugadores, pues a los que no dirigí los enfrenté. Bolivia tiene la facilidad de que casi todos los futbolistas actúan en el país, y la posibilidad de contar con todos es importante.

— ¿Con cuatro plazas y media confirmadas será difícil para Bolivia agarrar alguna?

— Para todos es difícil cuando se enfrentan a selecciones que están dispuestas a jugarse mejores destinos en pro de buscar puntos.

— ¿Se anima a decir cuántos puntos se necesita para ir al Mundial?

— Si se gana todo en la altura, peleamos para el primer o segundo lugar; si se gana siete y afuera se consigue cuatro puntos de nueve partidos, no es una locura pensar en pelear por llegar al repechaje.

En la selección, con largos viajes jugamos ocho partidos, sumamos en cinco, sacamos cuatro vallas en cero con planteamientos con mucho orden. Pienso que con un trabajo profundo, aprovechando todas las circunstancias y sin desechar a ningún jugador, se puede.

— ¿Ganar todo de local garantizaría el pase al Mundial?

— Tuve la experiencia de dirigir a Bolivia como invitado en ocho partidos de visitante y sumamos cosas.

En eliminatorias, con la selección de Venezuela gané en Asunción, en La Paz, empaté en Brasil y en Chile, tuve dos buenos resultados en Uruguay y otro empate en La Paz y triunfamos en Ecuador.

Somos (con sus colaboradores) un equipo técnico que sacó resultados buenos. Por ejemplo: en The Strongest ganamos en Uruguay, empatamos en Santiago y Lima e hicimos partidos cerrados en Buenos Aires. Lo mismo pasó con Cerro Porteño, Táchira y Mineros y también en Concachampions. Sumar afuera no ha sido algo esquivo para mí en mi carrera como entrenador.

— ¿Qué trabajo hará de aquí hasta fin de año?

— Hay que aprovechar las semanas largas que tiene el campeonato, hay que aprovechar todo el tiempo. Si asumo, quiero que la Sub-23 trabaje un mínimo de 100 días y llegar bien al Preolímpico de enero y eso servirá también para las eliminatorias.

Además, sacando cuentas pienso en que Bolivia comenzó a prepararse hace tiempo con los amistosos que jugó contra selecciones que fueron al Mundial. Este año, previo a la Copa América tuvo otros partidos con rivales mundialistas y los tres oficiales del torneo, y se agrega los otros que vienen. Son casi 20 partidos (incluyendo los que él dirigió en 2018), así que al inicio de las eliminatorias llegarán jugadores con mucho recorrido.

Salvo Nicaragua todo se jugó en el exterior, hubo al menos 17 juegos de visitante y el resto en campo neutral, a lo que hay que sumar poco tiempo de trabajo y viajes largos, eso es crecimiento para ser buen visitante. Después tocará sacar provecho del fútbol de altura, que todos sabemos que es una fortaleza de Bolivia.

— Está muy animado por volver…

— Conozco la realidad del fútbol sudamericano. En la Copa América me tocó hacer 14 informes de las 12 selecciones, conozco debilidades, fortalezas de sus técnicos, a muchos los he enfrentado; claro que me ilusiona, porque creo en Bolivia.

La vida es una estrategia; cuando miras a Brasil y Argentina crees que se les puede ganar. Los próceres Bolívar y Sucre ganaron a ejércitos que en número doblaban o triplicaban porque hubo sorpresa, astucia y coherencia de planes, y Bolivia debe trabajar su estrategia para jugar de visitante y pensar en clasificarse.

— Para usted, ¿cuentan los jugadores veteranos?

— Cualquier jugador que esté dispuesto a sumar a la causa nacional, puede estar, y se puede armar un seleccionado altamente competitivo para las eliminatorias.

Los jugadores bolivianos tienen buen nivel, hay que sembrar sana competencia interna, ampliar el abanico con los jóvenes, ayudarlos a crecer, aprovechar y potenciar lo que hay para sacar lo mejor de ellos y llevarles un mensaje correcto.

— ¿Cómo convencerá a los clubes para que cedan a sus jugadores?

— Es una relación de ganar y ganar: si un jugador triunfa en la selección, llegará bien a su club, mejorará su rendimiento, habrá posibilidad de ser vendido y generaría dinero para sus arcas, entonces sembraría expectativa de crecimiento.

— ¿Sabe que hay gente que lo apoya y otra que lo rechaza?

— Es normal que haya gente a favor y en contra, son circunstancias. Imagínate si todos pensáramos igual. Agradecemos a los que creen y vamos a trabajar muchísimo para tratar de convencer a los que no.

Sabemos que tenemos que ir por resultados, tener una actitud y generar un hábito ganador para poder refrendar lo que proponemos.

(29/08/2019)

Fuente: la-razon.com