Testigo y una evidencia acorralan a la principal acusada de matar a Mariana


Crimen en La Paz.El tío de la víctima contó que Viviana S. N. fue quien se sentó sobre Peralta y le introdujo una esponja en la boca. Además, habló de una carta que la procesada le envió a su novio en la que le pide perdón.

 

Un testigo y una evidencia, presentados en la reciente audiencia del juicio oral, acorralan cada vez más a Viviana S. N., la principal acusada de matar a la joven DJ Mariana Peralta.La persona que declaró como testigo es el tío de la víctima, Henry Alberto Peralta, quien, a petición de la Fiscalía, se presentó en la audiencia el martes pasado. “Todo ha sido planificado. Viviana S. N.  se sentó a un lado de la  puerta de la casa de mi sobrina. Pablo R. C. la golpeó con el martillo. Luego    Mariana cayó  al suelo y Viviana S. N. se sentó (sobre ella)”, contó.Para que no queden dudas, el fiscal del caso, Germán Loma, le preguntó: “¿Cayó Mariana y la señora Viviana S. N. se sentó encima de ella?”. A lo que el tío respondió: “Sí, eso pasó”.Viviana S. N. y su novio Pablo R. C. están acusados de ser los autores intelectuales y materiales del asesinato de  Mariana. Ambos ya declararon en el juicio que comenzó a mediados de agosto y ahora es el turno de los testigos y de la presentación de evidencias.Henry Peralta   participó de la reconstrucción del asesinato de su sobrina, en meses pasados. En la audiencia del martes pidió a los jueces que los culpables  paguen con la máxima pena de 30 años de prisión sin indulto.La joven fue asesinada, en su domicilio el 2 de diciembre de 2017, sin embargo, la Policía encontró el cuerpo  completamente quemado 16 días después cerca del cerro de la comunidad de Tojopata, del municipio de Palca. El 3 de febrero de 2018 Mariana recién fue identificada.La declaración del tío de la víctima coincide con lo que sostuvo hace algunas semanas el novio de la acusada. Pablo R. C.    dijo  que fue su pareja  quien se puso encima de Mariana y le tapó la boca  con una esponja de cocina. No obstante, Viviana S. N. aseguró que en ningún momento se acercó a la víctima y responsabilizó de todo a su novio.  Una evidenciaLuego de ser aprehendidos, Viviana S. N. le envió una carta a Pablo R. C. “Le dice que la disculpe, que por su culpa él estaba en ese problema”, contó el testigo Henry Peralta. Dijo que el acusado no le respondió porque no le gusta escribir, pero que ella insistió en que le envíe una línea.El tío de la víctima narró que  al llegar a la comunidad de  Tojopata, los acusados trasladaron el cuerpo y subieron    20 metros del cerro. Al llegar a una planicie,   Pablo R. C. hizo una excavación de  30 centímetros y ahí colocaron el cuerpo de Mariana. “Ahí le echaron combustible los dos  porque tenían cuatro bidones de gasolina”, señaló Peralta.El Ministerio Público sostiene que el móvil del crimen fue  una deuda de 75.000 dólares que tenía Viviana S. N. con Mariana. La acusada no podía pagar, por lo que planeó matar a Peralta y le pidió ayuda a su novio.A finales de agosto declaró Pablo R. C. Dijo ante los jueces que está arrepentido de haber matado a Mariana, incluso se disculpó con los familiares. Después contó todo lo que hizo Viviana S. N., desde cómo planificó el asesinato hasta la manipulación que ejercía sobre él y sobre Mariana.Viviana S. N. manifestó, por su parte, que no denunció el hecho a la Policía porque se sentía “aterrada” por lo que había pasado. Aseguró que su novio fue el que puso el cuerpo de la víctima en una alfombra.La siguiente audiencia de juicio oral está programada para el 25 de septiembre.Planes  de la víctimaProyecto. Henry Alberto Peralta, tío de la víctima, contó que su sobrina se contactó con él para que revise un balance económico, porque quería ser socia del Megacenter.Deuda. El testigo señaló que la deuda de 75.000 dólares sigue, pues Viviana S. N. no pagó hasta la fecha.Vida. Mariana Peralta vivía sola en La Paz, sus familiares están en Estados Unidos. Aquí, la joven se dedicaba a prestar dinero, porque había recibido una herencia. Además, era DJ, no tenía muchos amigos; los pocos que tenía ahora siguen los pormenores del juicio.Página Siete / Pamela Pomacahua   / La Paz