Mauricio Aira
No hay peor ciego que el que no quiere ver, es lo que le está sucediendo a Evo Morales creyéndose así mismo un prócer revolucionario como Lenín, Mao, Stalín, Ho Chi Minh o sus carnales Fidel o Hugo Chávez, porque se pasa de cumbre en cumbre, ofreciendo conferencias de prensa tan pronto en Moscú, como en París aunque tiene dificultad para convocar a los periodistas bolivianos a su despacho. Es afuera donde ensaya su locuacidad o ante sus exclusivos oyentes los cocaleros. Según afirmó alguno lo más grave de su ceguera es que va en aumento según la Providencia que conduce los hilos de la historia, cumpliéndose otra vez que ella enceguece a quienes quiere perder.
La ceguera es doble inducida la endógena por el virus de un radicalismo extemporáneo dizque emergente de la CPE traída de los pelos que está conduciendo a la nación al reino de la sombra y la violencia en trágica celada para sus autores, militares incluídos que otra vez marchan contraruta. José Saramago afectado de grave miopía no alcanza a percibir la grave enfermedad de los autócratas, de la denominada frenéticamente “revolución bolivariana” que corrompe la visión y muestra su torpeza a tan sólo 10 años del emprendimiento con interminable seguidilla de yerros, corrupción, golpes contra los derechos humanos y destruyendo la norma institucional. “Todo está mal” hay que cambiarlo, creyéndose eternos, puros, diferentes al resto que endilgan de oligarcas y reaccionarios.
Sí, es el virus que sacude la región haciéndole creér a Evo Morales que hacer revolución y gobernar es tan fácil como bloquear las carreteras chapareñas o marchar sobre las ciudades metiéndole miedo a sus ciudadanos. Es la ceguera que cubre sus ojos olvidando que el tiempo avanza impertérrito.
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Del seguimiento al grupículo de “sabios” que han inspirado y financiado la aventura en Bolivia y otras latitudes Heinz Dietrich, George Soros, Uslar Pietri y otros se tiene que están seguros de haber destruído a los contedores internos en el reino de la maldad en proceso de instalación, que no existe más la lucha de clases y que el capitalismo está en fase terminal.
Quieren desconocer que en Venezuela como en Bolivia y Ecuador existe un espíritu democrático real, latente en miles de hombres y mujeres aferrados al ideal, y que soportan sobre sus pechos la batalla de cada día. Mientras Chávez despotrica contra el imperio recibe 150 millones de dólares por día que reparte entre sus estados satélites en forma descarada, repartija que se extiende a la OEA, a las guerrillas de Colombia, a los militares que por desgracia en el caso de Bolivia se van consolidando cómplices en la destrucción de la nacionalidad.
Ante el cúmulo de errores, de corrupción indetenible, de la perversión por la coima y el cohecho que no pueden ver alguno afirma que “el cambio es un feto muerto”. Si sobrevive aún es por el auxilio financiero de Caracas, a la impotencia de los soldados subordinados a jefes corruptos y la desarticulación de los opositores que sin embargo están dando muestras de alguna coherencia esperanzadora. A Evo no le golpeará el imperio, “lo tumbará la historia de la mano de una clase política que no tolerará jamás” que Bolivia se despedaze. Cuando llegue la hora, bastará un airecillo para derribarlo.
Cuándo se jodió el cambio?, para usar la histórica pregunta de Vargas Llosa, cuando un disparo a 10 centímetros terminó la vida de Jorge O´Connor y la sangre tiñó el ingreso de la casa de Santos Ramírez. Cuando por obra de la Providencia policías desprevenidos pillaron a los sicarios en Cochabamba con parte del botín arrebatado a la víctima. Cuando por otra señal divina, cayó el portero del prostíbulo de los Hermanos Córdova (ambos en planilla de funcionarios de YPFB) tratando de ocultar en Los Yungas otra parte del botín en dólares. Cuando funcionarios de alta confianza del encarcelado Ramírez trataron de esconder ciertos papeles con valiosos datos del atraco, de los sicarios, de los desfalcos al Tesoro del Estado.
Y sin embargo de ello, la venda no se desata de los ojos del número uno. Es que están cegados por la perdición. Nos recuerda ello el episodio también fortuito en que cayeron efectivos de las FARC dejando inapreciables testimonios en contra de Chávez que pronto, tendrá que rendir cuentas de la forma cómo venía utilizando la guerrilla para lograr sus planes.
En cuanto a Chávez el padrino de Morales, ya sus horas están contadas, está en marcha una investigación de escándalos de lavado de dinero y exportación ilegítima de capitales, no se sabe cuándo vendrá el colapso producto de tropelías sin cuenta. Venezuela está devastada y la hacienda pública saqueada, la deuda externa llegó al tope de sesenta mil millones de dólares y la interna ni se contabiliza, el latrocinio y el saqueo afectarán a la OEA y porqué no decirlo a la Argentina que grande culpa tiene en la orgía de poder y dinero que se esfuma.