Sólo 3 escuelas modelo funcionan en Quillacollo, pero con carencias

Cochabamba

Ocho unidades educativas se adecuaron en Quillacollo con la ilusión de aplicar el Bachillerato Técnico Humanístico con todos los elementos exigidos por la norma. Se intentó convertir estos colegios en modelo, pero pasaron dos años y solo tres de ellos están funcionando según lo planificado.

La Resolución Ministerial 1263 aprobó el reglamento del Bachillerato Técnico Humanístico (BTH) en 2018. Se buscó implementar la formación técnica, pero no se tomó en cuenta las carencias en infraestructura y la falta de apoyo de las autoridades municipales.



Las unidades educativas Calama, Franklin Anaya  y San Martín de Porres son las que implementan el BTH. Mientras que los colegios Óscar Alfaro, 23 de Marzo, Villa Moderna B, Bolivia y El Paso A todavía no pueden aplicarlo por la falta de infraestructura, pese a que cuentan con certificados que los reconoce en esta categoría, según el presidente de los padres de familia, Roberto Castro.

En un recorrido realizado  por las instalaciones de estas escuelas se constató que los ambientes de los talleres son reducidos. Además, el equipamiento es posible por el  aporte voluntario de los padres de familia.

“Tenemos muchas falencias y requerimientos. Duele ver que un colegio con tanto prestigio no tenga equipamiento. Los papás siempre hemos aportado para que nuestros hijos se encaminen”, comentó Raúl Ramírez, padre de familia y presidente de la urbanización Gutiérrez.

Cuestionó que los talleres no sean impartidos por profesionales del área y remarcó  que erogan gastos adicionales con el fin de brindar una educación con más calidad.

Por ejemplo, en la unidad educativa Calama se implementaron las especialidades de: electricidad, mecánica, carpintería y gastronomía. La directora del establecimiento, María Choque, comentó que el colegio es pionero en la formación de técnicos y en la actualidad tiene 970 estudiantes.

“El trabajo se hace con limitaciones, los espacios que se tiene construidos son reducidos. Es difícil que 30 estudiantes hagan muebles y otras actividades”, puntualizó.

La precaria situación es similar en la escuela Franklin Anaya donde la junta de padres cubre los costos de los instrumentos musicales, aseveró el delegado de la institución, Rubén Prudencio.

“Hacemos hasta kermeses para cubrir el mantenimiento y comprar instrumentos. Muchos de estos, como el piano, cuestan más de 20 mil dólares”, mencionó.

El director del establecimiento, Porfirio Tórrez, declaró que muchos padres inscriben a sus hijos en el colegio, porque la carga horaria es de ocho horas.

Respecto a la falta de apoyo, el secretario de Desarrollo Humano de la Alcaldía, Álvaro Fernández, precisó que se invierte alrededor de 4 millones de bolivianos para dar almuerzo escolar a 2.500 estudiantes de estas unidades.

Agregó que las unidades educativas se benefician con parte de los 2 millones de bolivianos destinados a mantenimiento y otros 2 millones para mobiliario. Sin embargo, la realidad refleja aún varias falencias.

CAPACITACIÓN

Reconocen falta de docentes técnicos

Otra falencia para la implementación del Bachillerato Técnico Humanístico es la falta de personal capacitado. La Dirección Departamental de Educación identificó la carencia de profesores normalistas capacitados para talleres.

“El 2019 alrededor de 3.500 bachilleres se graduaron como técnicos medios. Este año esperamos aumentar la cantidad. Esto generalmente se implementa en quinto y sexto de secundaria”, remarcó el director, Iván Villa.

Precisó que se busca superar las dificultades con la contratación de profesores titulados en institutos técnicos superiores.

PUNTOS DE VISTAQueremos que  designen profesores que tengan noción de la materia. Nosotros nos esforzamos para conseguir motores y los equipos que se necesitan. Mínimo esperamos que les enseñen el montaje.Raúl RamírezPadre de familia U. E. CalamaLa formación técnica es una puerta para que los jóvenes puedan acceder a estudios superiores, porque se puede convalidar las asignaturas. El modelo demanda más horas de estudio, por eso se exige más a los estudiantes.María ChoqueDirectora U. E. CalamaMuchos padres optan por inscribir a sus hijos en el establecimiento, porque trabajan. Las clases son ocho horas.Otro factor es la vocación por la música. Deberíamos ser incorporados en una normativa especial.Porfirio TórrezDirector U. E. Franklin Anaya

Fuente: lostiempos.com