Ramiro Ramos Andrade*
Huanuni: a cinco años del enfrentamiento entre mineros La llamada capital del estaño boliviano, Huanuni, aparte de ser un tradicional centro minero se caracteriza por tener una sociedad pacifica, laboriosa y alegre.
Pero algo falló aquel fatídico 5 y 6 de octubre 2006 en el que dos bandos de mineros o “khoyanchos” que desarrollaban sus tareas en las entrañas del Khoya Orcko o cerro Posokoni se enfrentaron.
Pero contextualicémonos: luego de la relocalización del 1986, en la que Huanuni quedo convertida a algo así como una ciudad fantasma, y que si bien algunos se quedaron, tuvieron el coraje de aguantar laborando el estaño pese a su ínfimo precio en los mercados internacionales, Luego fue repoblándose paulatinamente con gente llegada mayormente de las minas del Norte Potosí, debido al agotamiento de las vetas de sus centros mineros, (llallagua, Uncía Catavi, entre otros) y de recuperarse el precio internacional del metal de diablo, se crearon las hoy inexistentes cuatro cooperativas: La Salvadora, Libres, karazapato y Playa Verde.
De manera silenciosa empezó a generarse una especie de “guerra fría” por la posesión de mas áreas de trabajo, Ya que los huanuneños, que en su mayoría dependían de la Empresa Minera Huanuni en un numero de 800 trabajadores, mientras que las cuatro cooperativas llegaron a reunir a unos cuatro mil trabajadores aproximadamente, el Posokoni estaba dividido en dos partes a la altura del nivel 200 Y recordando la candidatura de Evo morales el 2005, éste se alió a los cooperativistas prometiendo darles más áreas de trabajo a cambio de votos y por supuesto, no cumplió.
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Esa mañana de octubre 5, según cuentan algunos amigos ex cooperativistas, fueron convocados a una asamblea general de las cooperativas en la bocamina de Dolores, donde decidieron avasallar el área correspondiente a los trabajadores de EMH entrando a dichas instalaciones por las cercanías de la bocamina Patiño, estos no se dejaron, respondieron con lo que tenían a mano, y los hicieron retroceder, replegándose los cooperativistas a las alturas del cerro Posokoni.
Ya difundido a nivel nacional este enfrentamiento fratricida veíamos muchísimos heridos, colapso del hospital del pueblo, se vivía en una sicosis total.
El gobierno no hizo absolutamente nada para detener dicho conflicto durante el día, incluso el segundo mandatario en su impotencia se ofreció a “regalar ataúdes para los muertos”, solo por la noche llego una comisión que se reunió con los dirigentes de ambos bandos antagonistas en la catedral de Huanuni pero sin resultados, amanecimos ese 6 de octubre con dinamitazos por doquier, los terribles “llantazos”, -llantas cargadas de dinamita y “anfo”- con mecha encendida que descendían desde las alturas del Posokoni lanzados desde el camino a Llallagua con el fin de destruir la infraestructura de la EMH temor, marchas pidiendo la paz, llanto de niños y muchas cosas más.
Y recién ese viernes 6 cerca al medio día ingresaron a Huanuni -eludiendo la entrada principal de la av. 16 de julio donde se encontraba la FERECONIN (Federación Regional de Cooperativas Mineras de Huanuni)-, 500 policías el paulatino retorno a la calma aunque aun con tensión ya que los cooperativistas reunificados hacían vigilia en sus galpones amenazando con reiniciar los enfrentamientos.
El resultado más de una decena de muertos y muchos heridos, huérfanos, viudas, aun hoy recuerdo al hijo de la señora que desapareció por completo debido a una explosión en el mercado de Dolores de la cual solo encontraron sus trenzas mientras su hijo deambulaba sin consuelo buscando una explicación que nadie le daba.
Luego de la pausa, los “copes” amenazaban con reiniciar sus acciones temerarias con sendas reuniones en sus depósitos, incluso en las cercanías de Duncan y su posterior reagrupación en Cataricagua donde llevaban asambleas con asistencia masiva de dichos trabajadores del subsuelo.
Los cooperativistas a regañadientes accedieron a incorporarse a la nueva empresa minera Huanuni creada con el decreto 28901 haciendo un total de 5.000 trabajadores aproximadamente, pero un grupo de ex “copes” que no entraron a dicha remozada empresa quedaron desempleados a los que el gobierno en un afán puramente sensacionalista ofreció trabajo en Santa Maria, el Mutún, quedando todo esto en palabras, y más muertos cuando se enfrentaron con los comunarios de Huaylluma además que siendo estos ex cooperativistas reprimidos cuando fueron a la Paz a reclamar por el cumplimiento de las promesas del gobierno.
Hoy la coyuntura es totalmente diferente y simplemente se ve que se hizo mucho, pero paradójicamente se puede decir que no se hizo nada pues parece ser que la historia se repetirá con esta nueva crisis internacional de precios de las matrerías primas mientras el ministro de minería a última hora y de manera improvisada trata de que no sea fuerte el impacto de la baja en la cotización del estaño.
*Ex oficial de culturas del gobierno municipal de Huanuni