Denuncian a Evo ante la SIP por ataques contra la prensa

Pedro Rivero presentó el reclamo por la afrenta contra un periodista de La Prensa.

El presidente Evo Morales agredió a Raphael Ramírez y Gloria Carrasco por su labor informativa.

La SIP dice que sigue acoso a la prensa en el país



image El día que el presidente Morales humilló públicamente a un periodista de La Prensa por una información sobre el contrabando de 33 camiones. Ocurrió el 9 de diciembre pasado.

La Prensa

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Asunción / EFE.- Los ataques a la prensa en Bolivia no han disminuido y el presidente boliviano, Evo Morales, mantiene su “estilo inalterable de atacar” a los medios independientes, según un informe entregado ayer a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

El informe, leído por Pedro Rivero, del diario El Deber, de Santa Cruz, durante la reunión de medio año de la SIP en la capital paraguaya, indica que Morales “ha mantenido inalterable su estilo de atacar al periodismo independiente, argumentando que la prensa es su enemiga y que está al servicio de la oligarquía”.

El documento añade que el jefe de Estado boliviano en diciembre sometió a un “escarnio público” al periodista Raphael Ramírez del diario La Prensa, y en otro hecho parecido, en enero, a la corresponsal de la cadena estadounidense CNN en La Paz, Gloria Carrasco.

Otras periodistas de canales de televisión, radio y prensa escrita también fueron agredidas por dirigentes del Comité Cívico Popular (CCP), afín al Gobierno de Morales.

“El escarnio a Raphael Ramírez fue una de las 46 agresiones verbales físicas a los periodistas registradas desde octubre de 2008. Tres de ellas fueron contra medios del Estado y las otras 43 (contra) medios privados”, precisa el escrito.

El martes 9 de diciembre, La Prensa denunció, sobre la base de documentos del propio Gobierno, que el presidente Evo Morales y sus ministros habían negociado con un grupo de contrabandistas que pretendían pasar 33 camiones con mercadería de contrabando desde la Zona Franca de Cobija, Pando.

Las cartas firmadas por los dirigentes del grupo de contrabandistas, encabezados por Jesús Chambi, revelaban que Morales había sostenido reuniones con dichos comerciantes pese a que la Aduana Nacional había advertido que éstos intentaban pasar mercadería sin el pago correspondiente de impuestos aduaneros.

El propio Morales reconoció, al día siguiente, que había hablado con los dueños de la mercadería ilegal y que derivó el caso al Ministerio de la Presidencia, a cargo de Juan Ramón Quintana.

Quintana quedó involucrado en el caso luego de la denuncia del ex presidente de la Aduana César López, quien sostuvo que los contrabandistas exigieron el libre tránsito de su mercadería basados en autorizaciones otorgadas por el Ministerio de la Presidencia.

El caso es indagado tanto por el Ministerio Público como por una comisión especial del Senado, cuyo informe involucra a otros dos ministros, además de Quintana, el ministro de Defensa, Walker San Miguel, y el de Hacienda, Luis Arce Catacora.

En ese marco, el presidente Morales increpó públicamente a dos periodistas de La Prensa, Ra-phael Ramírez y Gladis Mita, mientras éstos participaban en un acto público en el Palacio de Gobierno.

El Ejecutivo justificó la acción presidencial por considerar que el titular de la noticia faltaba a la verdad y que él tenía derecho a defenderse recriminando al periodista.

Después de la afrenta presidencial, Ramírez y otros periodistas de este medio recibieron amenazas de muerte y agresiones callejeras contra la labor periodística.

Este medio presentó una denuncia formal ante el Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, organismo que expresó su preocupación por dichas amenazas y advirtió de que hará un seguimiento de aquellas amenazas contra los periodistas.

Las diferentes organizaciones gremiales e institucionales de los periodistas y los medios de comunicación en Bolivia repudiaron con marchas y protestas la afrenta de Morales y reclamaron garantías para la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo.

El informe presentado por Rivero menciona que, desde diciembre, el Jefe de Estado decidió “no convocar a sus conferencias de prensa a los medios privados”, y que desde entonces éstos “toman las informaciones de estas conferencias de las agencias internacionales o de la Agencia Boliviana de Información (oficial)”.

El texto cita varios casos de agresiones físicas o intimidaciones, y denuncia “tibias acciones” de la justicia boliviana contra “los cabecillas de los ataques a periodistas por parte de movimientos sociales afines al Gobierno”.

El vocero presidencial, Iván Canelas, restó importancia al informe y afirmó que “la SIP es una organización que aglutina a empresarios privados, entre los que están militantes de la derecha”. Afirmó que no le sorprende esta clase de conclusión, que al Gobierno “le tiene sin cuidado”, y rechazó las acusaciones presentadas.

Argentina, en la mira

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) consideró ayer que los medios periodísticos de Argentina siguen padeciendo todo tipo de agravios, detallados en un informe de ese organismo que celebra su reunión de medio año en Asunción.

El documento asevera que en Argentina “la libertad de prensa sigue transitando un sendero sinuoso, padeciendo toda clase de agravios y descalificaciones que dificultan el ejercicio del periodismo”.

En ese sentido, la SIP recordó que Cristina Fernández expresó el 15 de febrero que “parece que hubiera casi una obsesión planificada de quebrar la esperanza y el orgullo de los argentinos”, en alusión a las críticas vertidas por lo medios de prensa contra su administración.

85 “acciones represivas” en Cuba

Las expectativas de cambio en Cuba con la llegada al poder de Raúl Castro cedieron al “inmovilismo”, según un informe de la situación de la prensa en ese país presentado a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que además denuncia cerca de un centenar de agresiones.

“Al cumplirse un año del Gobierno bajo el general Raúl Castro, las expectativas de cambio generadas han cedido ante el inmovilismo, la recentralización del poder en manos de militares y veteranas figuras de la nomenclatura”, indica el documento.

El informe, elevado al Comité de Libertad de Prensa durante la reunión de medio año de la SIP, que se celebra en Paraguay, afirma que “desde mediados de octubre se han documentado 85 acciones represivas contra el ejercicio periodístico independiente” en la isla.

Precisa que el acoso incluye “multas, decomisos de dinero y materiales de trabajo, intimidaciones, requisas de domicilio, arrestos temporales, despidos laborales, deportaciones a su provincia de origen, interrupciones telefónicas y bloqueos cibernéticos”.

“Se continúan aplicando los controles de movilidad ciudadana para impedir los desplazamientos no autorizados hacia La Habana de personas con residencias en otras provincias”, agrega el texto, que deberá ser recogido en el informe final que la entidad de la prensa regional emitirá este lunes.

Las agresiones del oficialismo contra los periodistas

El 9 de diciembre de 2008, Evo Morales humilló al periodista Raphael Ramírez en el Palacio.

Ese día, La Prensa publicó un informe que revela negociaciones de Morales con contrabandistas.

Morales también increpó a la corresponsal de CNN Gloria Carrasco durante una conferencia.

El Comité Cívico Popular, afín al Gobierno y el MAS, atacó a reporteras de Tv, radio y prensa.

La Prensa presentó una denuncia internacional por amenazas recibidas por sus periodistas.

Este periódico dijo que el Mandatario comete “abuso de poder” contra los periodistas.

Otros países en la mira

La SIP también expresó su preocupación por la violaciones a la libertad de expresión en Cuba.

La organización de medios destacó que el ejercicio del periodismo está en riesgo en Argentina.

La entidad espera tener un mejor acceso a la información con Barack Obama en EEUU.

La SIP dice que sigue acoso a la prensa en el país

Cita. La Sociedad Interamericana de Prensa se reúne en Paraguay

El Deber

Agencias. Asunción

El Gobierno del presidente Evo Morales hostiga a la prensa independiente de una forma ‘inalterable’ y permanente, indica un informe presentado ayer durante una reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en la capital de Paraguay.

El Gobierno de Evo Morales «ha mantenido inalterable su estilo de atacar al periodismo independiente, argumentando que la prensa es su enemiga», dice el documento presentado por Pedro Rivero, del diario boliviano EL DEBER, de la ciudad de Santa Cruz.

Éste denunció que el Presidente boliviano humilló y sometió al ‘escarnio público’ en diciembre al periodista Rafael Ramírez del diario La Prensa.

Similar actitud cometió el Gobierno boliviano en enero en perjuicio de la corresponsal de la cadena norteamericana CNN en La Paz, Gloria Carrasco, agrega el informe.

“El escarnio a Ramírez fue una de las 46 agresiones verbales o físicas a los periodistas registradas desde octubre de 2008” en Bolivia, detalla el documento.

También relata que desde diciembre el jefe de Estado decidió no convocar a sus conferencias de prensa a los medios privados y que desde entonces éstos toman las informaciones de estas conferencias de las agencias internacionales o de la Agencia Boliviana de Información (oficial).

El texto cita varios casos de agresiones físicas o intimidaciones, y denuncia ‘tibias acciones’ de la justicia contra «los cabecillas de los ataques a periodistas por parte de movimientos sociales afines al Gobierno».

La SIP también advirtió del alto riesgo que persiste en México para ejercer el periodismo, de la falta de apertura en Cuba, y de la ‘expansión del populismo’ del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a otros países de la región.