Bolívar puso en riesgo su clasificación a la próxima fase del torneo Apertura al sólo igualar ayer sin goles con San José en Miraflores, y deberá definir su futuro en los dos próximos partidos, ambos como visitante. El Santo, por su parte, sumó un valioso punto, que si bien no lo mete todavía en zona de clasificación, lo acerca bastante y le da un arma más para seguir en la pelea contando con una buena chance de alcanzar su objetivo. Con los dos equipos —Bolívar y San José— urgidos por ganar, el partido de anoche fue entretenido, con emociones a raudales y lo único que faltó fue el gol.
Pudo ganarlo cualquiera, estaba para el que acertara en la puntada final. Si bien el local fue el que tuvo más opciones, la visita también hizo méritos en el segundo tiempo, en la recta final, cuando puso en apuros al guardameta Argüello, de la Academia. Los dos arqueros tuvieron trabajo, sobre todo Lampe, que desde el inicio se convirtió en la última barrera santa, y fue infranqueable, porque con ningún arma pudieron vencerlo los celestes. El espigado golero respondió desde que a los 8 minutos Cardozo intentó superarlo con un tiro fuerte. Ese recurso, el del disparo desde afuera del área, fue el que más utilizó Bolívar por lo bien ‘amarrados’ que estuvieron sus hombres desequilibrantes. La fortaleza de San José fue ésa, marcar y presionar, no dar chance a que los habilidosos encararan y tuvieran espacios.
El visitante apeló de comienzo al contragolpe. A propósito, mediante esa vía Andrada se escapó a los 16’, entró en el área y fue bajado por Valverde, una clara falta penal que el árbitro Óscar Maldonado no pitó, ni su asistente Ludwing Pérez —de muy pobre actuación— le ayudó a cobrar. En esa primera mitad no fueron tantas las situaciones claras, Campos disparó una, que tapó Lampe, y Lizio se entró al área —cerca del final—, pero su centro no encontró un buen receptor, porque Álvarez, de incómoda posición, remató pifiado y desaprovechó una buena ocasión. San José se quitó las amarras en el segundo período y de entrada, entre Loaiza y Veira, exigieron la respuesta de Argüello. El golero tapó de nuevo ante un tiro libre fuerte de Jáuregui.
Se hizo un partido de ida y vuelta, unos y otros optaron por abrirse por completo. Bolívar trató de jugar ordenado pero era difícil, la marca de San José era cuando menos efectiva e incomodaba, tanto así que Ferreira, el goleador del torneo, tuvo escasa participación y no estuvo a sus anchas como otras veces. Argüello pasó a ser la figura del conjunto local al evitar, dos o tres veces, que los disparos de Andrada, Vieira y Loaiza alojaran la pelota en el fondo del arco. Bolívar acabó jugando con tres delanteros netos: Ferreira y Castillo y Córdoba, pero no le sirvió de nada, porque a la vez perdió algo de potencia —con la salida de Campos y Lizio— en la llegada. Lampe se encargó de ahogar las últimas dos situaciones generadas por los celestes. El empate perjudicó a la Academia y le ayudó un poco a San José, pero a ambos les obliga a jugársela en las dos fechas finales.
Fuente: Unitel.
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