No nos hagamos los idiotas

image Manfredo Kempff Suárez* en La Razón.

Todo el mundo sabe desde hace tiempo que La Razón está dando sus últimos repiques tal como fue concebida hace 20 años. A “sotto voce” se sabe también que el periódico será vendido a un grupo venezolano. Es decir que pronto desembarcarán los venezolanos, no en las playas de Normandía, sino en las alturas escarpadas de Auquisamaña, para hacerse dueños de La Razón, que es, seguramente, el diario más importante de Bolivia, aunque no sé si el más vendido.

Esto viene de hace mucho tiempo y nos hemos hecho los del otro viernes, porque había demasiado rumor y no se podía sustentar la certidumbre de la venta. Pero en cuanto se supo que los venezolanos ya eran propietarios del canal televisivo ATB (otra empresa del español Grupo Prisa) la sospecha respecto de La Razón se convirtió en algo más que probable. Y quedó todo, plenamente confirmado, cuando, sin motivo aparente, su joven director a lo largo del último lustro, Juan Carlos Rocha, anunció que se alejaba. Poco antes lo hizo el editor de Opinión, Óscar Díaz. Y pronto serán otros quienes se vayan, seguramente, evitando que los echen.



Dejémonos de tonterías y seamos sinceros por una vez: Evo Morales ya estaba hasta la coronilla con La Razón y la amenazó. Pero esta vez actuó inteligentemente. En lugar de lanzar a los “movimientos sociales” a que se apoderen a golpes o quemen el galpón de Alto Auquisamaña, prefirió que el problema lo solucionara su compinche de tropelías: Hugo Chávez. ¿O serán otros venezolanos los que van a invertir en un periódico en Bolivia? ¿Habrá locos dispuestos a regalar su dinero invirtiendo en un diario crítico al todopoderoso Evo?

No engañemos a nuestros queridos lectores, porque, como dicen en Santa Cruz, “estamos cantando los últimos quiries” quienes escribimos en La Razón. Desembarcarán los venezolanos y de una ráfaga volarán varias cabezas. Luego, tiro a tiro, irán liquidando al resto, hasta que el periódico quede limpio, para solaz del Gobierno. ¿Cambiarle de nombre? No los creo tan idiotas. Van a mantener el nombre de La Razón porque tiene un enorme prestigio desde mediados del siglo pasado. ¿El Inti? ¿La Pachamama? ¿El Ispi? ¿La Kantuta? ¿Ama Súa? ¡Nada de eso!

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No faltará una cabeza de turco nativa que arregle la parte jurídica con los venezolanos, ni menos algún masista que se preste para director. Pero, ojo, La Razón se convertirá en el eco de: “¿Aló Presidente?”. Y S.E., además de su núcleo de escribidores y pensadores zurdos o yatiris, quedará chocho de la vida. Porque aunque S.E. no lee periódicos ya que desde las cinco de la mañana está en Palacio y a las 8.00 se sube a un helicóptero para no volver hasta la noche, sus ministros dejarán de traspirar. Se habrá dado un paso de gigante para controlar la libertad de opinión. O por lo menos para silenciar a los adversarios más mordaces.

*Manfredo Kempff Suárez es escritor y diplomático.