Cochabamba, Bolivia. El menor dice que rompió una botella para asustar a su padrastro, pero él se le vino encima y el vidrio le cortó 15 centímetros del cuello.
Con los tenis, el pantalón jean y las manos todavía ensangrentadas, J.F.P. de 17 años admitió ayer en la fuerza anticrimen que mató a su padrastro David Flores Sánchez de 39 años, pero aseguró que fue un accidente.
“Solo quería asustarlo, estaba humillando a mi mamá, siempre lo hacía, nos humillaba a mi mamá y a mí y yo me enojé, rompí una botella de vidrio para asustarlo y le grité que ya no la trate así, pero él se alteró y vino encima. Yo solo hice así (un ademán de susto con las manos hacia atrás) y el vidrio entró a su cuello, yo no quería matarlo”, dijo ayer.
La tragedia sucedió en una casa de Valle Hermoso ayer a la una de la madrugada. David Flores tenía una herida de 15 centímetros en la cara anterior del cuello que le causó la muerte por hemorragia.
El inquilino contó que David Flores, ya herido, le pidió auxilio y éste le puso vendas para evitar que se desangre mientras llegaba el socorro, pero fue en vano.
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Madre e hijo dijeron que Flores llegó herido a su casa y ante la falta de manchas de sangre en la calle, sostuvieron que unos desconocidos entraron a su vivienda, lo atacaron y huyeron.
Sin embargo, la vestimenta y manos ensangrentadas del adolescente lo delataron y él acabó confesando el crimen.
Fuente: OPINIÓN