El camba Tamayá…

Eran las siete de la noche en la Mutual y un grupo de exfutbolistas ya mayores compartían un vino; sonreían en charla amena y entonces llegó él.

El Camba Tamayá.

Traía cara de pocos amigos.



– ¿Que pasó Prossshor?

– «Ni me hablen»

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

– «¡Estoy enojau, me acusaron de mentiroso!» -contestó el gran goleador del viejo y poderoso Real.

– «Anoche fui a un karaoke con una bella dama y estaba cantándole una canción, ahí nomás me bajaron del escenario y me pidieron que me vaya…

¡Por mentiroso!, me dijeron.»

Todos pusieron cara de indignación.

No puej…

– «Y todo porque estaba cantando: «Con esta cara de extranjero …»

-finalizó el Camba con su pícara sonrisa y entonces estallaron las carcajadas.

Él es así.

Siempre fue así.

Él es un grande, un triunfador de la vida y claro, solo los que son realmente grandes tienen esa capacidad de reírse de sí mismos.

En serio.

Nadie puede estar serio en compañía del Camba; siempre tiene una anécdota, siempre una frase graciosa.

– «Marco Etcheverry me dijo: Prossshor, ¿vamos a una fiesta de quince años?, Vamos le dije, pero yo me vuelvo al segundo año»

Es una de sus clásicas anécdotas.

Lejos quedó el imponente joven de melena larga y potente remate del viejo Real Santa Cruz. Ese equipo que tenía entre otros al gran Elvio Cora Cuéllar, a Humberto Ponce o al » galán» Delfín Barba.

Pero sucede que…

Un futbolero de treinta años no conoce su historia.

Ese futbolero ignora que Tamayá les reventó las mallas a todos los equipos y bolivianos y a todas las selecciones de nuestro continente.

Antes que llegue el virus…

Lo acompañé a tomar un taxi y extrañamente escogía al chofer.

– » Prossshor  Escribidor, por favor, que me lleve un chofer que sea mayor de cuarenta años»

-me dijo el Camba.

– ¿Por qué Prossshor? -pregunté yo como sonso.

– Es que los viejos saben quién fui y nunca me cobran.

-dijo con cara de pícaro.

Es imposible no quererlo.

Siempre es recibido y requerido en todos los círculos futboleros.

Quien lo conoce jamás le niega, es más, le ofrecen el sitio de honor en la mesa del tercer tiempo en cualquier cancha que llegue.

Es imposible no reír a su lado.

Una noche, en la previa de un partido de súper senior, un jugador hacía la calistenia.

A pocos metros, el Camba Tamayá nos hacía reír con sus cuentos.

De pronto, mirando al futbolista que calentaba, dijo en voz alta y del modo más gracioso:

– «Bah, ¡primera vez que veo calentar a un suplente!»

Estallaron las carcajadas, incluida la del jugador mencionado.

…Dos horas después, el «suplente» le hacía honores en el tercer tiempo.

Así es Tamayá.

Porfirio Jiménez Gómez.

El gran Tamayá, el hombre a quien el país futbolero le debe un merecido homenaje.

El tremendo goleador que las nuevas generaciones no conocen, menos respetan.

¡Grande Tamayá!

Fuente: Facebook El Escribidor