“La verdad secuestrada”


Elio Pedraza Vargas

elio-pedraza El titulo es una copia del libro de Sacha Llorenti Soliz, solo que falta lo que escribió a continuación: “Medios de comunicación privados y el proceso de cambio en Bolivia”. El nombre del ensayo es por demás de intencionado, peor cuando en la página 269 asegura que “afirmamos que en el caso de la Revolución Democrática y Cultural, inaugurada el año 2006, algunos medios de comunicación privados asumieron y asumen un rol desestabilizador con la finalidad de preservar y defender los intereses particulares de los dueños de esos medios y de su clase”.

Y concluye el párrafo sentenciando como quien baja el dedo pulgar, para que el gladiador de muerte al vencido, asegurando “cabe destacar, como se señaló en otros capítulos de este trabajo, que varios medios privados fueron complacientes y hasta cómplices de los gobiernos neoliberales”.



Pero para que no crean que uno es alienado –aunque no me interesa- nos referiremos a lo que opinan los periodistas que cubren el palacio de gobierno, quienes de primera mano hacen diferencias entre medios grandes y medios chicos, entre medios nacionales y extranjeros y entre medios leales al gobierno y medios opositores.

Pero sí llama la atención la forma o manera en la cual son tratados los periodistas por el presidente Morales (estudio del 2007), cuando estos insisten en alguna interrogante que no le cae bien al presidente, éste rápidamente les llama “agentes de la CIA”.

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Con lo que sí están de acuerdo los periodistas, es que, tanto Gonzalo Sánchez de Lozada y Evo Morales son casi por completo “Hechura de los medios”. Para los periodistas “no debe pasarse por alto que cuando Evo no era nadie, los medios se encargaron de darle la cobertura necesaria para que tuviera presencia nacional”.

Los periodistas que participaron del V encuentro nacional de investigadores de la comunicación, en la mesa cinco afirmaron que “los medios proyectaron a “Evo” como líder de un partido político y como candidato presidencial. Ahora –aseguran- el “compañero Evo” dice ser acosado por los medios (mejor dicho acusado, por ellos) –y Sacha lo confirma-, pero lo que sucede en la realidad es que el presidente y su entorno, antes de decir la verdad prefieren desacreditar a los periodistas y a los medios.

Según datos proporcionados por algunos periodistas existen algunas estrategias defensivas por parte de las fuentes del Palacio Presidencial, como ser; a) “Esconder a la fuente”, se hace esperar al periodista y luego se le dice que el posible entrevistado salió por otra puerta, b) “Matar el tiempo”, como el tiempo es corto, principalmente para la Tv, radio y periódicos, hay que hacerlos esperar hasta que llegue la hora en que deban irse, c) “agenda cerrada”, cuando a los periodistas que ellos creen que están contra el gobierno, le exigen las preguntas por escrito y d) “ocupar posiciones”, cuando lo periodistas afines al gobierno, se colocan en posiciones estratégicas y preguntan frivolidades, buscando evitar que el supuesto periodista opositor haga preguntas.

Por ejemplo, Raúl Rivadeneira Prada nos dice que la libertad de expresión es el derecho de opinar libremente sin temor a represalias ni sanciones y con la sola sujeción a los principios jurídicos y morales, o cuando afirma que la libertad de información es el derecho a informar y a estar informado.

Pero es indudable que el señor Sacha, poco o nada sabe de la agenda establecida y que ellos mismos la han impuesto, porque los medios informativos ofrecen una jerarquización de temas, que, a largo plazo, genera una agenda en la cual los asuntos excluidos de los contenidos mediáticos también quedan fuera de la preocupación y conocimiento de la gente.

De todas maneras quedaríamos corto o miopes interesados si no abordamos críticamente una realidad que golpea como los vientos huracanados que últimamente azotan la capital cruceña, porque siempre existieron y continuarán existiendo las ideas de la clase dominante, la burguesía, así sean éstos caras o indios, blancos o cocaleros, del occidente o del oriente, porque las ideologías son verdaderas máscaras de las relaciones sociales, dónde hay explotados y explotadores.

Porque la burguesía, además de controlar los medios de producción material, también controla los medios de producción ideológica.

De todas maneras, otros intentaremos agendar temas que permanentemente nos hagan desandar la carretera del olvido natural o del olvido inducido, porque hay muchos que quieren evitar preguntas o comparaciones, ya que a los actuales actores del gobierno les molesta por ser tan parecido a los artistas de esas épocas que tiñeron de sangre y luto a familias bolivianas.

Y vemos que a partir de la drástica realidad, en Bolivia hay periodistas que optaron por insensibilizarse profesionalmente a costa de su propia moral o rifando su clase social. Sin embargo hay otros que se están sometiendo, ya sea por miedo o por costumbre a los excesos de los gobernantes. Pero también hay quienes han estado perseguidos y sometidos a un sistemático proceso de tortura social, pero que ha habido una especie de perdón gubernamental y sirven ahora como soplones o buzos del sistema.

Pues bien, el señor Sacha Llorenti ahora tiene razón con el título de su libro, porque él sí secuestró la verdad.