Corrupción, la pandemia del siglo

 

El robar, hurtar, asaltar, aprovecharse de algún individuo para dañar su economía, apropiarse de algún bien de valor o sin valor, pero ajeno, es quizás uno de los más asquerosos actos que pueda cometer una persona, el apropiarse del esfuerzo ajeno es bajo, es ruin. Ahora bien, la corrupción en todos sus matices tiene una atenuante que no es menor: el estado de necesidad.



Cuando un servidor público mete mano a arcas del Estado, se está aprovechando de la pobreza y desgracia ajena, es decir, los únicos motivos por la cual nuestros antepasados crearon el Orden Jurídico que regía en los Estados era para proteger la vida, la propiedad y la libertad de los individuos que lo formaban.

Hoy, en los remedos que tenemos de niveles de Gobierno, el Estado se ha atribuido la «igualizacion» de sus ciudadanos, por la cual se cobra una cantidad de impuestos (que son a su vez un robo) para «dotar» a los menos afortunados de oportunidades; oportunidades de estudiar, de ser atendido en un hospital, de ser resarcido en caso de que otro ciudadano lo lastime, de recorrer sobre caminos bien construidos, en fin, esa sería, en teoría, la meta del Estado, pero la pandemia más grande del siglo ha creado una nueva raza de servidores, que intentan a toda costa, servirse económicamente de esta “igualización”, ingresan a distintos niveles de gobierno incluso con planes de asalto, crean mafias y planes casi peliculescos para robar a ese ciudadano, extremadamente necesitado, que depende del estado para subsistir.

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Si usted no depende del Estado, y puede costear educación y salud privada, déjeme decirle que ese servidor también le está robando a usted, mediante los impuestos que deberían ser utilizados para mejorar la vida de sectores vulnerables, pero son usados para que algún vivillo tenga vida de magnate.

La corrupción en todos sus matices debe ser erradicada, exterminada y expuesta como uno de los peores delitos pues se roba al débil, al necesitado, al más vulnerable.

Si usted va a una institución y encuentra atajos para su trámite, no lo tome, no beneficie a un ladino, si usted está en función pública y tiene dudas respecto a su colega, no calle, investigue, indague, exponga, o vuélvase cómplice y comparta la pena

La peor pandemia del siglo puede ser combatida con responsabilidad civil, eliminación de la burocracia, denuncias y valores reales en el servicio público.

Fuente: Alejandra Serrate