Cierre de campaña opacado por la salud de Chávez


Los candidatos a las gobernaciones quedaron en segundo plano por la incertidumbre con la recuperación del presidente. El 16-D puede ser clave para el futuro de Venezuela

A la medianoche venezolana (4:30 GMT del viernes), vence el plazo establecido por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para que los 136 candidatos a gobernaciones de los 23 estados y los 1.951 aspirantes a los consejos legislativos realicen sus campañas proselitistas.



Tras la contundente victoria de Hugo Chávez en las presidenciales del 7 de octubre, el oficialismo puso toda su artillería para intentar arrebatarle a la oposición alguno de sus bastiones. Por ello, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) apostó todo a ganar los estados Amazonas, Carabobo, Lara, Miranda, Nueva Esparta, Táchira y Zulia.

Sin embargo, tras una campaña enfocada en los cruces verbales y donde la oposición buscó recuperar el impulso previo al 7-O, la recta final quedó totalmente opacada por la salud del presidente, que por primera vez puso sobre la mesa la posibilidad de no poder seguir en su cargo.

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Como era de esperar, al día siguiente del anuncio del mandatario, oficialistas y opositores debieron "enfrentar" una nueva campaña. Pese al cimbronazo, los candidatos del PSUV trataron de utilizar el "factor Chávez" para fortalecer su estrategia, mientras sus contrincantes llamaban a dejar de lado lo que sucede en La Habana.

"Es una falta de respeto a la dignidad de un ser humano. Utilizar su situación de salud para manipular con ello una campaña electoral me parece nefasto y una falta de respeto contra su humanidad, falta de respeto con el sentimiento de solidaridad que tiene todo el pueblo venezolano que apuesta por la recuperación plena de su presidente", dijo por su parte Pablo Pérez, gobernador y candidato a la reelección en Zulia.

"En este momento, (los oficialistas) solo piden solidarizarse con la salud del jefe de Estado. Ese es un tema aparte, porque el presidente no participa en esta contienda electoral", lanzó Henrique Capriles, que tras caer en las presidenciales busca retener el poder en Miranda.

Pero los dirigentes oficialistas saben que su principal arma es utilizar la popularidad del líder bolivariano. "Chávez dijo que tengo perfil de gobernador, ese sueño del presidente se lo vamos a hacer realidad el 16 de diciembre", aseguró el ex vicepresidente Elías Jaua, aspirante en Miranda.

"Nueva Esparta será roja rojita a partir del 16 de diciembre y será nuestro regalo de Navidad y de Año Nuevo para nuestro comandante Chávez", arengó Carlos Mata Figueroa, candidato en ese estado.

Sin embargo, más allá de la importancia de estos comicios, en Venezuela todos piensan en el futuro. La posibilidad de que Hugo Chávez no pueda asuma su cargo el próximo 10 de enero o, si lo hace, tenga complicaciones para continuar obliga a opositores y oficialistas a pensar en los escenarios posibles.

Por eso, el 16-D también puede ser clave para el futuro de los venezolanos. Para el chavismo, está en juego reafirmar el poder que ostenta más allá de la figura de su líder, mientras Nicolás Maduro intenta aglutinar a todos los sectores del PSUV.

La oposición, en tanto, no pierde tiempo e intenta mostrarse como una opción real. "Es una gran ventaja para el país contar con la Mesa de la Unidad Democrática como alternativa", afirmó días atrás el secretario general de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo. En el mismo sentido, Julio Borges, uno de los líderes de Primero Justicia, dijo que votar el domingo es una manera de acelerar el cambio.