Marcelo Martins seguirá en la selección nacional, pese a que “en caliente” dio a entender que su idea era renunciar; sin embargo, más calmado, anoche declaró en Santa Cruz que continuará en la Verde hasta la conclusión de las eliminatorias mundialistas. Cuando terminó el partido era el más acongojado de todos: se sacó la camiseta verde, la regaló a unos aficionados de la tribuna de preferencia y se metió en el túnel de Miraflores, donde por unos tres minutos lloró desconsoladamente a solas. Convirtió ante la albiceleste su undécimo gol para la selección boliviana (a los 25 minutos de la etapa inicial, de cabeza), diez de ellos en eliminatorias mundialistas.
Rompió una sequía que le perseguía porque la última vez que anotó había sido en el partido de ida precisamente contra Argentina, el 11 de noviembre de 2011 en el estadio de River Plate, en Buenos Aires (1-1). Martins se marchó del vestuario sin atender los requerimientos de los medios locales, estaba cabizbajo y se subió a un coche particular, donde enrumbó hacia el hotel de concentración y después se fue al aeropuerto.
Martins dijo que “es un resultado que duele mucho y hubiese cambiado si conseguíamos la victoria, infelizmente no pudimos”. Lamentó que en lo personal, aparte de convertir el gol, hubiese tenido otras opciones en el primer tiempo, “pero la suerte no acompañó y no pude convertir”.
Virtualmente dio por hecho que Bolivia ya no tiene chance de clasificarse a Brasil 2014. “Creo que debemos mejorar y trabajar más para la próxima eliminatoria”, indicó.
Fuente: Unitel, La Razón
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