El gobierno de Reino Unido defiende a capa y espada el plan para expulsar migrantes de todos los orígenes a Ruanda. Firmado la semana pasada, prevé enviar a este país africano a hombres mayores que entraron de manera ilegal a la isla británica.
El gobierno británico prevé enviar a Ruanda a todos los migrantes y demandantes de asilo que estén solos, no a familias o menores, y que hayan llegado de manera irregular desde principios de este año al país. El ejecutivo de Boris Johnson dice así combatir en particular a los traficantes de personas.
“La mayoría de los migrantes que cruzan el Canal de la Mancha en barco vienen de países como Irak, Irán, Albania. Son personas con perfiles urbanos”, apunta Larry Bottinick, jurista en Londres de ACNUR, la rama de la ONU para los refugiados. “Si los mandan a Ruanda y no encuentran una situación sostenible, porque no hablan inglés o francés, porque no hay otras personas de su origen, no tienen familia allí, se marcharán. Volverán a salir rumbo a Europa, a través de Uganda, Sudan, Libia y volver a cruzar el Mediterráneo en barco. Eso supondrá más tráfico de personas, y además será un tráfico más arriesgado».
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Ruanda ha prometido acoger a miles de migrantes en su territorio, a cambio de 120 millones de libras entregados por el gobierno Johnson. «Ruanda se ha comprometido a dar educación y trabajo a todos aquellos migrantes que no puedan volver a Reino Unido porque se les haya rechazado el asilo”, señala Victoire Ingabire, una opositora ruandesa. “¡No es posible! Hay muchísimo desempleo en Ruanda, de jóvenes con estudios que no encuentran trabajo. ¿Cómo van a dar empleo a migrantes si los nacionales no tienen? ¡Son puras mentiras!»
ACNUR teme que otros países europeos quieran emular el plan firmado por Reino Unido. Dinamarca ya ha dicho estar interesada en llegar a un acuerdo similar con Ruanda.
Larry Bottinick propone otras medidas para frenar la llegada de migrantes irregulares y no romper el sistema global de asilo por el camino. «Hay tres puntos clave que Reino Unido puede implementar: devolver a sus países a las personas a les que les han rechazado el asilo porque no necesitan realmente protección. También deben mejorar la cooperación con Europa: hay migrantes que podrían ser devueltos a Francia o a otros países, pero eso necesita de una mayor negociación. Finalmente deben ser más eficientes, tomar mejores decisiones. Este problema viene de lejos, de antes del coronavirus, y no creemos que este tipo de acuerdo extremo sea necesario,» asegura Bottinick.
El gobierno británico prevé que este acuerdo sea impugnado en los tribunales, pero asegura que es necesario porque Reino Unido hace frente a presiones migratorias sin precedentes: al menos 28 mil personas cruzaron el canal de la mancha en barca en 2021, tres veces y media más que en 2020.