De 500 granjas de pollos en Mairana, cerraron 425; mientras que en Samaipata, de 79 chancherías, solo quedan 29 funcionando-
Fuente: Unitel
Los valles cruceños, además de ser una zona de producción agrícola por excelencia, es conocida por los pollos mairaneños y por la producción de chanchos para la variedad de gastronomía típica en base a esa carne.
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Pero, así como a otras regiones que crían animales alimentados a base de maíz, como en el Chaco y el Norte Integrado, en los valles cruceños, la escasez del maíz también está mermando su producción.
Así lo hicieron conocer Grover Cejas, presidente de los productores avícolas de Mairana, quien señaló que de 500 granjas de pollos en este municipio, en la provincia Florida, 425 han cerrado por falta de maíz.
Wilson Rosales, también productor avícola, explicó que cada año Mairana produce 1.2 millones de pollos, de los cuales el 90% van al interior del país y el 10% se consume en Santa Cruz, pero que actualmente su producción ha bajado a solo 200 mil unidades.
Pero la falta de maíz no solo significa menos alimento para los pollos, el encarecimiento del producto o cierre de granjas, también deriva en pérdida de empleos, como es el caso de Erick Rojas, que se quedó sin el sustento para sus tres hijos. “Me retiraron, es triste. Muchos nos quedamos sin trabajo”, señala.
Valle Abajo, también en el municipio Florida, es una zona productora de chanchos, pero los porcinocultores se ven obligados a criar menos animales por falta del maíz. Así lo vive don Fortunato Aguilera, que hace 20 años se dedica a la cría de chanchos.
“Estamos yendo ‘de retro’, no hay maíz, y si se halla, está caro. No nos queda más que cerrar la puerta de las granjas”, afirma.
José Luis Banegas es uno de los propietarios de una chanchería que ha tenido que cerrar. El señala que los porcinocultores en la provincia Florida eran 79 y ahora sólo quedan 29 funcionando, es decir, 50 cerraron.
Para representantes del Gobierno, sin embargo, no existe la escasez del maíz, sino al contrario, hay un superávit y acusan a los productores de estar escondiendo el producto y especulando con el precio.
Sin embargo las instituciones del sector productivo, rechazan las acusaciones que consideran que no tienen respaldos y manejan cifras con las que argumentan que sí hay un déficit de la producción de maíz.
Por ello insisten en que la autorización de importación de maíz y del uso de biotecnología para tener un mejor rendimiento sin ampliar la frontera agrícola, es la solución a la escasez.
Más allá de los números de uno y otro lado, la realidad puede palparse en el campo, en los sitios donde hay galpones y criaderos, pero sin animales, porque no hay maíz para alimentarlo, lo que deriva en menos oferta en los mercados, menos trabajadores en las granjas y costos más altos para las amas de casa que van en busca de carne de pollo y de chancho a los mercados.