Quienes pasaron largos años en prisión tienen el desafío de iniciar una nueva vida y adaptarse a un espacio mucho más grande y complejo como es la sociedad, donde conseguir un trabajo que es fundamental para vivir es el primer obstáculo.
Fuente: ANF
El proceso de reinserción a la sociedad de los privados de libertad sigue siendo un camino lleno de dificultades. El estigma social es muy fuerte y las herramientas para enfrentar este rechazo son escasas. Un reflejo del fracaso de las políticas penitenciarias es la tasa de reincidencia.
Cada año, al menos 1.000 personas ingresan a las cárceles y 900 salen, entre sentenciados, preventivos y procesados por asistencia familiar. Quienes pasaron largos años tienen el desafío de iniciar una nueva vida y adaptarse a un espacio mucho más grande y complejo como es la sociedad, donde conseguir un trabajo que es fundamental para vivir es el primer obstáculo. Muchas puertas se cierran y muy pocas se abren y la amenaza de la reincidencia está presente.
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La Agencia de Noticias Fides le invita a leer el reportaje “Los excarcelados y su difícil camino para el acceso al empleo”, una realidad latente que constituye un acto de discriminación para quienes necesitan de una segunda oportunidad. (Pulse el botón VER en el siguiente recuadro)