El proyecto forma parte de lo que Google llama "moonshots", proyectos experimentales y sin garantía de convertirse en servicios comerciales.
A unos 20 kilómetros de altura varias docenas de globos se conectan entre sí y son capaces de dar cobertura a grandes áreas de terreno, pensados para zonas aisladas o para catástrofes naturales. Los globos viajan impulsados por las capas de viento estable propias de la estratosfera pero sus trayectorias pueden ser modificadas electrónicamente.
Fuente: http://www.elmundo.es
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