Por encima del centralismo o el federalismo como una opción para Bolivia, siempre debe estar el nacionalismo, que es igual a una unidad política definida, esta verdad inmanente muestra fríamente los hechos, esto no necesita mayor explicación, ni comentario, solo existe la razón histórica.
Se nota desde todo punto de vista la incapacidad del MAS, los masistas sin darse cuenta con sus acciones arbitrarias y violentas están iniciando su vertiginosa caída, sin medir las consecuencias de sus decisiones han iniciado su propia destrucción interna, las luchas, las divisiones entre ellos, las envidias son cada vez más agudas, hay un estancamiento partidario en todos los niveles.
A casi 30 días del paro indefinido en Santa Cruz, seguido por acciones de resistencia pacífica en los departamentos de Cochabamba, La Paz, Potosí y Tarija, nos deja claro que este gobierno es arbitrario y detentador del poder central del Estado. Pero señores esta batalla por el censo y la redistribución de recursos y escaños para las elecciones presidenciales 2025 es una lucha moral tanto patriótica, el pueblo boliviano tiene que cumplir con su deber nacional. Hasta aquí hemos soportado una especie de época del terror, por parte del gobierno en el seno mismo de nuestra patria. Aquí se habla de patria que no es otra cosa que una sola nación, la unión debe reinar entre todos los bolivianos.
La Unión es el símbolo de la Nación, este se refleja en el mensaje de nuestra moneda “La Unión es la Fuerza” no debemos olvidarnos de esa divisa, una abuelita de pollera de occidente, que baila al ritmo de la tamborita interpretada por jóvenes del oriente es el reflejo de nuestra nacionalidad, o bien que una señora de pollera de occidente diga que Santa Cruz es su tierra y va a morir por defenderla es el símbolo de nuestra nacionalidad, los mayores nos enseñan el camino, ellos vivieron dictaduras, cuartelazos, devaluaciones, tres presidentes en un año, esa es la experiencia histórica, si bien lo político hoy en día es un elemento que a veces destruye la nacionalidad, la actuación del presidente, la política que lo sustenta es para comprender si es o no nacionalista, antes que nacionalista el presidente Arce finge ser socialista al igual que su antecesor solo demostraron ser oportunistas.
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En Bolivia quedamos a merced de los egoísmos políticos, de la psicología dictatorial presidencialista y los grupos de choque pagados y funcionarios públicos mediocres que se venden a un partido por conservar una mediocre pega.
El MAS para las elecciones presidenciales 2025 no tiene un programa definido, ni principios determinados solo quieren estar arriba en la testera, o como yo lo diría la ignorancia nos gobierna desde la testera. En esta última gestión de gobierno del MAS, solo hubo atraso, hasta llegar al desastre de la crisis nacional general que se aproxima, lo peor está por venir, en este gobierno no solo existe falta de unidad, de orden, mandato y organización, no hay unificación de fuerzas institucionales, porque ni siquiera son capaces de poder ejecutar un CENSO, en poco tiempo y con pocos recursos.
No es posible llegar a una forma de unidad, cuando prevalece la desconfianza, ante todo, de los políticos y dirigentes que, en vez de aunar esfuerzos ante el peligro de la desintegración nacional, es así como se pierde en esta época el sentido consciente de cómo está el país, es algo atroz de parte del gobierno lo que se hace con Santa Cruz, este conflicto del CENSO encierra algo más oculto que el gobierno no quiere develar, porque no le conviene.
Esa es nuestra desgracia, cuyo único culpable es el poco visionario exmandatario de este país, la patria y su unidad están en peligro, los ciudadanos lo saben, pero el gobierno parece que no. En Bolivia el amor a la patria por parte del pueblo es rechazado por el gobierno, el gobierno antepone el amor al partido por encima de la patria, en Bolivia las comunidades indígenas no son sino portavoces de los intereses de un grupo de asaltantes que se visten con plumas y flechas para el evento político programado, los campesinos están alucinados por la política del momento que se encuentran manejados por dirigentes que se visten con ponchos y abarcas, para marchar en defensa del “proceso de cambio”.
Bolivia está atravesando una crisis política, social y económica diferente a anteriores crisis, debemos comprender el significado histórico del momento, sabemos que el país se encuentra en una caótica situación, aunque el gobierno se niegue a aceptarlo. Solo deseamos la paz, el orden, la unidad y tranquilidad del país, poco se ha hecho para unificar el pensamiento del país sobre valores y principios nacionales.
El nacionalismo no obedece a fórmulas: Rechaza a la fórmula del neoliberalismo explotador y a la fórmula del socialismo – comunismo alienante, enloquecedor, adictivo. Tampoco admite transferencias ideológicas foráneas. No es que todos conozcamos o no, es la historia la que nos ha enseñado. Ahora es el momento oportuno de nuestra historia nacional de conseguir lo que antes muy poco se pudo hacer.
Es el tiempo quien corrige los malos pasos, hay que tratar de abrir un nuevo camino a Bolivia, no sé si este es el federalismo, lo que sí se es que el centralismo asfixiante y abusivo ha hecho mucho daño a la unidad nacional del país.
Jhonny Vargas es Politólogo