El obispo auxiliar había pedido en dos oportunidades que silencien los teléfonos, pero algunos feligreses no cumplieron.
Eduardo Ruilowa
Fuente: El Deber
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En San José de Chiquitos, una misa fue suspendida abruptamente la noche del domingo después de que algunos feligreses ignoraran las solicitudes del obispo auxiliar para apagar sus celulares en dos ocasiones durante la celebración.
Según testigos presenciales, el obispo auxiliar había pedido que los teléfonos móviles fueran silenciados durante la misa, pero algunos fieles no cumplieron con la petición, lo que provocó que los dispositivos comenzaran a sonar en medio del servicio religioso.
Ante esta situación, el obispo auxiliar decidió retirarse del altar mayor después de que los teléfonos sonaran por segunda vez. Esto generó confusión entre los feligreses sobre si la misa continuaría o no. Finalmente, la misa fue cancelada debido a la falta de respeto por parte de algunos de los asistentes.
Este peculiar incidente nunca antes había ocurrido en San José de Chiquitos, por lo que se ha generado un fuerte debate en la comunidad sobre la importancia de mantener el respeto y la atención durante los servicios religiosos.