Hace un par de días en Santa Cruz se registró una protesta de un grupo de activistas que pretendía evitar la entrada folclórica en predios del cambódromo de los residentes paceños.
Si bien no es un hecho aislado de vecinos y activistas que se oponen a este tipo de actividades bajo el estribillo, «No hay nada que festejar» luego de la detención del gobernador Cruceño. Este hecho genera diversas interpretaciones y posturas a raíz de que en Santa Cruz conviven personas de diferentes culturas. Sin embargo, es necesario cuestionarnos, para evitar caer en algún tipo de lineamiento ideológico que trate de moldear nuestra posición sobre estos hechos. ¿Es mayor el rechazo o la aprobación a este tipo de acciones políticas? ¿Existe permisividad de las fuerzas del orden con ciertos grupos que protestan?
En la primera pregunta considero que el rechazo o aprobación es de acuerdo al marco de personas afectadas directa e indirectamente, en este caso, es un grupo de consideración, si tomamos en cuenta que en Santa Cruz conviven más de quinientos mil habitantes paceños, que están organizados en grupos empresariales, sindicatos y asociaciones. Su presencia tiene un fuerte impacto socioeconómico para el departamento cruceño, si es cierto que no todos participan de este folklore, lo que es indiscutible es que la mayoría opina sobre estos hechos, mucho más cuando la retórica de Gobierno Central se basa en aquel clivaje Oriente-Occidente, y para el cual Santa Cruz es el departamento más segregacionista del país, algo totalmente lejano de la realidad, por el simple hecho de que nadie migra ni se queda donde lo tratan mal.
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El discurso racial con el cual algunos teóricos de occidente interpretaron los hechos del día sábado son meras realidades que sólo tienen sede en su imaginación. Porque toda acción cae en la comparación, no como una antinomia sino como un hecho real y concreto, ¿Se le intentó negar la entrada a los residentes paceños? Sí. ¿Para los teóricos de izquierda, esto es racismo? Sí.
Ahora la comparación con resultados diferentes.
¿Se le intentó negar la celebración del corso cruceño, a las comparsas cruceñas en predios del cambódromo? Sí.
¿Aquel acto fue un hecho de racismo y discriminación? No.
Y para finalizar, sería pueril considerar si las fuerzas del orden no tienen selectividad al momento de arremeter contra unos y dar licencias a otros grupos de protesta