El presidente Luis Arce consideró que el debate en el 78 periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre el desarrollo sostenible no llega aún “a nada concreto”.

Consultado por la periodista Aissa García, de la cadena Telesur, aseguró que “no estamos llegando a nada concreto en el abordaje, por ejemplo, de la crisis climática”.

“Por mi parte, lo que está pasando, y a todos nos queda claro, no vamos a poder cumplir con las metas establecidas por Naciones Unidas”, dijo el mandatario boliviano.

Criticó que algunos países capitalistas hablen de “cambio climático, como si fuera algo que necesariamente tenga que ocurrir”, cuando —según explicó— lo que tenemos “es una crisis climática provocada por un sistema que pone en peligro a la humanidad, y, lamentablemente, todavía no se aterriza en Naciones Unidas en nada concreto”.

Consideró que lo países que enfrentan la crisis climática son “los grandes pagadores” de los efectos de la crisis provocada por los países capitalistas.

Luis Arce

“Tenemos restricciones que ellos no las tuvieron para desarrollarnos, porque tenemos que enfrentar y compatibilizar el desarrollo en armonía con la Madre Tierra y eso es mucho más costoso”, reclamó.

Arce también señaló que uno de los “claros efectos” de esa crisis tiene que ver con la sequía, cuyos efectos derivaron en la declaratoria de emergencia de 71 municipios en diferentes regiones del país, según informó el viceministro de Desarrollo Rural y Agropecuario, Álvaro Mollinedo.

El mandatario destacó la implementación de políticas como la construcción de presas y otros mecanismos para dotar de agua a las regiones afectadas, para dotar del líquido elemento a las poblaciones, pero también a la agricultura y a los animales.

“La realidad está ganando a los discursos de buena intención y de buenos deseos. Hay propuestas que, al final, no se cumplen y el mundo sigue dando vueltas. La crisis climática está afectando profundamente a los pueblos”, remarcó.

Con sede en Nueva York, Arce planteó a la Asamblea de la ONU siete puntos para la implementación de un “nuevo orden mundial”, en el que se priorice la solidaridad, la complementación y la colaboración entre países, por encima del egoísmo y la mezquindad.