Consideran necesario hacer ajustes
Fuente: El Periódico
El presupuesto del Gobierno departamental de Tarija es menor al de la Alcaldía de Cercado, sin embargo su responsabilidad es mayor, confirmó el Gobernador Oscar Montes, que prefiere no comparar este asunto.
“Este año ya tenemos menos”, respondió a la consulta de que la gobernación tendrá menos presupuesto anual que el municipio. En noviembre para la gobernación se preveía 44 millones de bolivianos de Regalías, apenas llegaron 33 millones, un 25% menos.
El año 2024 la gobernación estima que tendrá 430 millones de bolivianos, “el presupuesto de la alcaldía… prefiero no hablar, pregunten ustedes, prefiero no hablar, pero la gobernación tiene menos plata que el conjunto de las alcaldías del departamento”, reiteró.
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El alcalde Jhonny Torres confirmo que tendrá presupuesto superior a 500 millones.
Consultado que la responsabilidad de la gobernación es mayor, Montes contestó que lamentablemente es así, además tiene que darles plata a los municipios, estas cosas tienen que ir ajustándose, “es parte de la jauja que vivió Tarija”.
Una jauja económico que se trasladó a la Asamblea donde cada asambleísta sacaba una ley para hacerse aplaudir en su pueblo con su electorado, sin que haya una planificación que permita decidir qué cosas se puede contraer como compromiso y qué no, cuestionó.
El gobierno departamental se hizo cargo de una serie de gastos que son permanentes, con recursos que temporales, nunca dejará de atenderse caminos, a los adultos mayores, los niños, sin embargo, la plata del gas está desapareciendo, observó.
Es necesario hacer ajustes, tomar nuevas medidas, para poder garantizar recursos permanentes para las gobernaciones, que no solo es en el caso de Tarija, sino en el país, “no asignaron enorme cantidad de tareas y no nos han asignado plata”, siguió.
EL APUNTE
Montón de leyes
En el caso de Tarija, para empeorar la cosa, la iniciativa de los asambleístas hizo que salgan un montón de leyes que obligan a la gobernación a gastar “un montón de plata que ahora no tiene”, insistió y recordó que uno de sus primeros pedidos fue revisar 90 leyes.
Sencillamente ya no hay plata para atender esa cantidad de obligaciones que imponen esas leyes, por tanto es la nueva realidad, agregó al recordar que en su intento de reordenar esa situación sufrió presiones y el caso emblemático es del Sedeca.
El Exsedeca gastaba 75 millones al año, en funcionamiento, y a cambio entregaba menos de 1.000 kilómetros de caminos con mantenimiento, hoy la DAV gasta 25 millones y ha superado los 2.400 kilómetros, comparó. “Esas distorsiones causó el despilfarro”.