Las relaciones entre Bolivia y Chile tuvieron altibajos desde hace décadas y en la última etapa debido a judicialización en temas como el acceso marítimo y las aguas del Silala.
eju.tv
Juan Carlos Véliz / La Paz
Bolivia y Chile «han estado de espaldas». Esa es una de las coincidencias al que llegaron académicos y exautoridades de ambos países en un coloquio sobre las relaciones bilaterales celebrado el viernes en La Paz.
«Hemos identificado actores del sector privado, académico y gremial, de ambos países, dispuestos a dar un giro en la relación bilateral», destacó Jorge Sahd, director del Centro de Estudios Internacionales CU de Chile, según cita el diario La Tercera.
Los expositores, entre exautoridades, académicos y periodistas, coincidieron en que en las relaciones bilaterales «no todo pasa por la decisión de los Estados” sino se pueden explorar áreas de cooperación.
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Las relaciones entre Bolivia y Chile tuvieron altibajos desde hace décadas y en la última etapa debido a judicialización de temas como el acceso marítimo y las aguas del Silala que llegaron hasta la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.
Sahd puso en perspectiva durante el encuentro los tres hitos que, a su juicio, han marcado la relación bilateral entre ambos países en el último tiempo, pasando por la suspensión de las relaciones diplomáticas en 1978, la agenda de 13 puntos acordada en 2006 durante los mandatos de Michelle Bachelet y Evo Morales -pero que con las demandas bolivianas de 2013 (de acceso marítimo) y de 2018 (aguas del Silala) quedó paralizada- y el anuncio en 2021 de la normalización de las relaciones bilaterales, que conllevó la activación del mecanismo de consultas políticas después de 11 años.
El 23 de marzo, el presidente Luis Arce planteó seis desafíos para que Bolivia y Chile cierren las heridas del pasado y apostó por el diálogo sobre la condición boliviana de un país sin litoral.
La exviceministra de Relaciones Exteriores de Bolivia, María del Carmen Almendras, manifestó que «entre breves acercamientos, renovación de esperanza y otros de gelidez total, entre los primeros, sin duda, está lo de la agenda de los 13 puntos”.
Después destacó que ambos países ingresaron a una etapa de judicialización: «Una etapa difícil que pone en la congeladora todos estos avances, o que los deja en la periferia de la atención de uno y otro país. Después de esta etapa, hay algunos acercamientos, se han suscrito convenios, sobre todo en materia de apoyo, de cooperación, el nivel de la lucha contra el crimen organizado, la cooperación fronteriza, pero de manera aislada, poco sostenible, poco estructurada”, reconoció.
Además de la cooperación fronteriza, Almendras considera el tema del agua como “importantísimo”. “Con el cambio climático vamos a tener disminución de los caudales. Hay como 10 cursos de agua internacionales que transcurren de uno y otro lado del país. Uno chiquitito nos ha llevado a La Haya. Imagínense los otros nueve. Creo que conviene generar comisiones para hacer un levantamiento, un inventario de aguas transfronterizas, determinar caudales y, sobre todo, enfocarse a su gestión compartida, a una gobernanza del agua a partir de los actores locales que sea sostenible”, apuntó.
El excónsul de Bolivia en Chile y exministro de Defensa, Walker San Miguel, consideró que «es muy relevante hablar de la relación económica, comercial, entre Bolivia y Chile, sin soslayar que existe un tema de fondo en la relación bilateral, que es precisamente el relacionado al mar». Sin embargo, aclaró ese punto, señalando que «el tema del mar no es tabú, es la soberanía».
El presidente de la Asociación de Periodistas de La Paz y director del portal Brújula Digital, Raúl Peñaranda, consideró que «para que Bolivia pueda recomponerse después del resultado de La Haya va a pasar todavía un tiempo muy, muy largo. Escogimos ese camino, pusimos toda nuestra apuesta ahí y, lamentablemente, como ya se sabe, ese camino no resultó. Ojalá hubiera resultado, porque creo que el fondo era correcto, que los dos países se sentaran a negociar. Ojalá que en futuros podamos nuevamente recomponer nuestra estrategia y ver hacia adelante».
Ana María Solares, exviceministra de Relaciones Económicas Internacionales durante el gobierno de Hugo Banzer, hizo hincapié en los desequilibrios económicos que marcan la relación económica de ambos países.
«Hablar del comercio exterior entre nuestros países es hablar de una estructura comercial muy asimétrica. Es reiterar que crónicamente Bolivia está en un déficit, por sus situaciones estructurales. A ello se suma un desbalance muy grande en materia de servicios. Nosotros compramos muchos servicios en Chile. Compramos servicios portuarios, servicios turísticos, servicios de salud, servicios de educación» y «no obstante las diferencias, nuestras economías son complementarias», destacó.
El decano de la Facultad de Ciencias Políticas, Derecho y Relaciones Internacionales de la Universidad Católica Boliviana, Carlos Cordero, señaló que «sí, hemos estado de espaldas, pero ya no queremos eso. Esta diplomacia de segundo nivel, estos procesos de construcción de confianza pasan por estos encuentros. Nadie confía en lo que no conoce. Y nos estamos conociendo».
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El exdirector de Planificación Estratégica de la Cancillería de Chile, Aldo Cassinelli, consideró que en materia de relaciones bilaterales «hay que empezar a entender que no todo pasa por la decisión de los Estados» sino hay que tomar en cuenta la «importancia de la sociedad civil en las relaciones exteriores».
“El potencial que tiene el Consejo Empresarial Bolivia-Chile, yo creo que eso es fundamental, hay que seguir potenciándolo. El tema de personas que van a tratarse médicamente a Chile también es muy alto. Nosotros hicimos algún catastro, y son temas sumamente importantes. Se reactivó otro mecanismo que a mí me parece sumamente interesante por todo lo que conlleva, que es lo que se denomina el Comité de Frontera. ¿Por qué? Porque eso gatilla al menos 11 grupos que se reúnen desde temas que son más bien cualitativos», destacó Cassinelli.
«Bolivia no solamente es el corazón físico de América del Sur, o sea, todas las rutas, todas las carreteras cruzan por Bolivia. Hoy día este país tiene gran parte de los recursos esenciales pensando en el futuro», agregó.
El exsubsecretario de Energía de Chile, Francisco López, planteó las oportunidades que se abren para ambos países, por ejemplo, en el tema de la transición energética. «Creo que ahí, en materia de energías renovables, hay una oportunidad muy importante para ambos países», señaló.
«Un segundo tema que creo que es muy relevante tiene que ver con los materiales críticos. Como dice su nombre, son críticos para la transición energética. Tres de los cuatro más relevantes, justamente están en Bolivia: el litio, cobalto y cobre».