La crisis económica, política, social e institucional que atraviesa el país desluce la celebración a un año de la conmemoración del bicentenario de su nacimiento
El presidente Luis Arce, el vicepresidente David Choquehuanca y otros dignatarios. Foto: El Día
Boris Bueno Camacho / La Paz
El 6 de agosto de 1825 Bolivia nacía como República independiente después de siglos de dominación española, la determinación de patriotas de acabar con el yugo determinó que se geste una revolución liberadora que tuvo varios hitos en los diferentes departamentos y culminó con el ingreso de Simón Bolívar al entonces Alto Perú y, posteriormente, con la declaración de independencia y fundación de la República de Bolívar, para luego consolidarse como Bolivia.
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A lo largo de los 199 años que procedieron a ese hecho fundamental, el país ha experimentado transformaciones económicas, políticas y sociales hasta converger en lo que hoy es el Estado Plurinacional de Bolivia; sin embargo, a un año de celebrar el bicentenario de la fundación, existen varias tareas pendientes que, en la última época, se han visto agravadas por una grave crisis económica, política, social e institucional que debe ser resuelta de manera inmediata.
Así también lo entienden diferentes personalidades quienes se pronunciaron sobre esta fecha que rememora el nacimiento a la vida independiente de nuestra patria. En un momento en que la situación económica del país atraviesa uno de los peores momentos desde la crisis de 1985 cuando el entonces presidente Víctor Paz Estenssoro sentenciaba la situación nacional con un ‘Bolivia se nos muere’, 39 años después, existe una percepción similar en diferentes ámbitos.
Tal el caso de Evo Morales, expresidente y líder del Movimiento al Socialismo (MAS), quien asegura que, en ocasión del discurso que pronuncie en el acto conmemorativo, Luis Arce tiene una oportunidad única de sincerarse con el país y reconocer la crisis que las familias sienten en el día a día; le pide que no culpe al contexto internacional, porque los países de la región tienen mejores condiciones, ni a gobiernos pasados, incluso al que formó parte, ya que en pocos meses cumplirá 4 años de gestión. Le pide transparencia y soluciones.
Parte de los actos protocolares que se desarrollan en Sucre por el aniversario Patrio. Foto: El País
Asimismo, el líder de la agrupación Creemos, Luis Fernando Camacho, afirma que el gobierno de Luis Arce aniquiló la estabilidad económica del país y al igual que Morales, cuestiona la actitud del primer mandatario en negar la crisis y ocuparse más en sus afanes de reelección. El gobernador cruceño apuesta por el cambio de modelo para salir de la difícil situación que atraviesa Bolivia y el respeto a las libertades y la democracia como los caminos para reencauzar el desarrollo armónico.
Por su parte, el alcalde de La Paz Iván Arias pide trabajar en el perdón y la reconciliación como pilares fundamentales para construir un país en el que prevalezcan la justicia social y las oportunidades equitativas para todos; asimismo, exhorta a romper con el ‘círculo vicioso’ del despilfarro, crisis, lamento y confrontación que ha obstaculizado el avance del país y abogó por un nuevo paradigma de desarrollo de cara al bicentenario de la fundación de Bolivia en 2025.
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El exvocero presidencial Jorge Richter señala que Arce debe asumir acciones que pasan por convocar a un diálogo nacional con todos los sectores para solucionar la ausencia del dólar y la escasez de los combustibles; además, que el presidente abandone su intención de reelegirse para dedicarse a dejar al país con una economía estable. En su criterio, “ese sería el mejor anuncio que pueda dar el presidente”.
“El mensaje del presidente tiene que ser sincero dentro de una vista no político partidario, le hace falta sinceridad y decir estamos en esta situación. De qué nos sirve decir que somo el país que tiene menor inflación en la región cuando no tenemos siquiera combustible en nuestros surtidores, de qué te sirve decir que somos un país en gran crecimiento económico si todos los precios se están disparando en el mercado”, reflexiona por su parte el diputado de Comunidad Ciudadana (CC), Pablo Arízaga.
El exministro y asambleísta Óscar Ortiz, cree que Bolivia necesita debatirse a sí misma y que la esperanza de alcanzar el desarrollo debe ser el gran desafío del Bicentenario; pero que, si el poder político no abre el debate sobre los problemas estructurales del país ni brinda soluciones para superarlos, es la sociedad civil que debe organizarse y proponer iniciativas que permitan construir consensos que pueden ser el inicio de un acuerdo nacional para formular políticas de Estado para ese anhelo ‘con una democracia plena y oportunidades de prosperidad para todos sus habitantes’.
Por el contrario, el presidente Luis Arce no reconoce del todo la crisis económica en el país y refiere que ‘hubiéramos estado mejor’ sin el supuesto bloqueo interno y el asedio a su gestión, así como los efectos de la crisis climática; además, recuerda que su gobierno enfrentó un golpe de Estado fallido el pasado 6 de junio y enfrenta otros ‘intentos de golpe de Estado’ por intereses de sectores externos e internos que buscan apropiarse de los recursos naturales. El mandatario se abre al diálogo para buscar soluciones, pero sin comprometer valores y principios.