Desde Anapo señalan que el sector se encuentra estancando desde hace varias gestiones y las labores de siembra se encuentran en riesgo por diversos factores, entre ellos la falta de liquidez.
Fuente: Unitel
En medio de las alertas encendidas por la caída de precios internacionales y las problemáticas internas que complican la labor agrícola, desde la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) proyectan la siembra de 1,2 millones de hectáreas de soya para la campaña de verano, que prevé arrancar en las próximas semanas.
A decir del gerente general de la entidad productiva, Jaime Hernández, manifestó que la cifra es similar a la de gestiones anteriores, lo que refleja que hay un estancamiento en el sector y a esto se suma el riesgo que enfrentan los agricultores para encarar la nueva campaña.
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“Nuestro sector productivo está prácticamente estancado en los últimos años. Por tanto, la expectativa de poder sembrar se mantiene cerca al 1.200.000 hectáreas en lo que corresponde a la soya, las cuales están en serio riesgo debido a todos los problemas que están atravesando los productores”, sostuvo el ejecutivo.
Entre las problemáticas latentes se encuentran, según el ejecutivo, el encarecimiento de los insumos agrícolas, la incertidumbre en el abastecimiento de diésel, la falta de financiamiento, la falta de acceso a nuevos eventos biotecnológicos que permita afrontar efectos climáticos y la caída de precio del grano en el mercado internacional, que ronda los $us 350 por tonelada.
“El sector viene insistiendo permanentemente de que si queremos exportar más, hay que producir más, y eso es con biotecnología. Si queremos hablar de producir biocombustibles, hay que producir más soya porque esa es la materia principal para abastecer las plantas de biodiesel del Gobierno y para eso también se requiere biotecnología”, resaltó el ejecutivo.
Asimismo, Anapo refleja que los productores no están en condiciones óptimas de encarar la próxima campaña agrícola, por lo que insiste en la creación de un fondo de reactivación productiva para garantizar la producción de alimentos.
Anteriormente, el presidente de la institución, Fernando Romero, sostuvo que se requiere un fondo cercano a los Bs 5.000 millones como medida de financiamiento para estimular la producción ante las pérdidas que vienen arrastrando los productores desde la campaña de verano 2023- 2024.
La sequía en Bolivia causó una pérdida de 800.000 toneladas del grano que repercuten el descenso de la exportación del grano y sus derivados a los mercados externos, de acuerdo la información reflejada por la entidad, desde donde remarcaron que el sector soyero atraviesa el peor momento de los últimos 30 años.
Caída de las exportaciones
La exportación de soya cayó un 70,3% y sus derivados un 31,8% al primer semestre de este año en términos de valor, comparado con el mismo periodo de tiempo de la gestión anterior, de acuerdo con el reporte de comercio exterior del Instituto Nacional de Estadística (INE).
En lo que respecta a semillas y habas de soya, los envíos al exterior alcanzaron los $us 44,1 millones entre enero y junio de este año, a diferencia de los $us 148,5 millones registrados en el primer semestre de 2023, por lo que la caída significa una reducción del 70,3%
Mientras que los productos derivados de soya cayeron de $us 738,7 millones (anotados en el primer semestre del año pasado) a $us 503,7 millones, los cuales corresponden de enero a junio de 2024, de acuerdo con el reporte del INE.